Oh Dios, Tú eres mi Dios;
yo te busco intensamente
Mi alma tiene sed de Tí;
todo mi ser te anhela,
cual tierra seca, extenuada y sedienta,
Salmo 63: 1 (NVI)
Así como Dios continua revelándose a si mismo, de tantas maneras, especialmente en la naturaleza y a nuestro alrededor; así también el hombre continúa maravillándose como en un manantial donde el agua fluye sin cesar. Porque cuanto más nos acercamos a Él, su belleza sigue fluyendo mucho más intensa y mucho más sorprendente que todo lo que hemos visto.
Este mismo verso en otra versión: Sed de Ti
Pintura: John William Waterhouse
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