domingo, 30 de junio de 2013

Mis pensamientos



Que todos mis pensamientos le agraden,
porque me alegro en el Señor
Salmo 104: 34

El salmo 104 es una completa alabanza a Dios, reconociéndolo como el Creador de todo lo que existe. Es un salmo que parece recoger todas las voces de la naturaleza que, día tras día, canta y exalta al Soberano del universo. Dios no solamente creó todo lo que existe, sino que también sigue sustentando, protegiendo y cuidando su creación.

Cuando el salmista pide que todos sus pensamientos agraden al Señor, seguramente está invadido por esa sensación de pequeñez que nos sobrecoge al contemplar o meditar 
en la grandeza de la obra de Dios. 

Alabar a Dios con nuestros pensamientos es permanecer en comunión estrecha con el Señor, focalizando nuestra atención en Él, ordenando nuestra prioridades y descansando en su misericordia. 
Desde mi punto de vista, solo el Espíritu de Dios nos puede ayudar a mantener "sujetos" nuestros pensamientos. Con el pensamiento se emiten juicios, se elaboran estrategias, y no siempre son limpios y puros. Además ocurre que nos dejamos invadir por nuestras preocupaciones y asuntos personales y esto nos lleva a la dispersión de nuestras ideas.

Me alegro en el Señor. Sin duda alguna, la meditación es parte de la devoción a Dios; nos mantiene en íntima relación con el Señor y nos llena de profunda y verdadera alegría.

¡Oh Señor, que  todos mis pensamientos te agraden!

Pintura: Henri Matisse

sábado, 29 de junio de 2013

Compañía segura




Aun cuando yo pase
por el valle más oscuro,
no temeré,
porque tú estás a mi lado.
Salmo 23: 4
NTV

Todos podríamos, en más de algún momento de nuestra vida, pasar por el valle más oscuro (otra versión dice: "valle de sombra de muerte"). También el salmista lo sabía; pero se siente confiado; sabe que cuando le toque atravesar ese valle lo hará con paso seguro. Su seguridad no se basa en la esperanza de que las cosas cambien o de que pueda sobrellevar esas circunstancias. La fortaleza de su ánimo viene de la convicción de que a su lado estará Dios mismo. 

Me gusta mucho este verso y como está escrito.  Al comienzo, todo es hipotético y potencial: "aun cuando...", "no temeré"; pero al final, la certeza de la compañía del Señor, está expresada en tiempo presente: "Tú estás a mi lado". A veces no lo sentimos, nunca lo vemos, pero Él siempre está presente.

La presencia de Dios, su compañía y protección fue real en el pasado. En muchos relatos bíblicos el Señor dice "no temas yo estoy contigo".  Por ejemplo, cuando el gran patriarca Moisés, fue desafiado por Dios para asumir el liderazgo de su pueblo, y enfrentar al faraón, Moisés le dice a Dios: "si tu presencia no ha de acompañarme, no nos saques de aquí" (Libro de Éxodo)

Nuestro Señor Jesús, resucitado y poco antes de ascender a los cielos, dijo: "yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo". Este mensaje es universal, 
y es también para nosotros hoy.

¡Oh Señor, ya no temeré,
porque tú estás a mi lado!

Foto: Fan Ho

viernes, 28 de junio de 2013

Para entender y cumplir



Dame entendimiento y obedeceré
tus enseñanzas,
las pondré en práctica con todo
mi corazón.
Salmo 119: 34

Las enseñanzas del Señor son para ponerlas en práctica, porque la obediencia es el mayor gesto de reconocimiento a la autoridad y la soberanía de Dios. A través de la historia del pueblo de Israel, que en realidad la conocemos a través de las historias personales de los grandes héroes de la Biblia, nos damos cuenta que la des-obediencia causó las mayores tragedias, los más grandes conflictos y las más impresionantes derrotas. La des-obediencia rompe la intimidad con el Señor.

 Es muy hermoso ver que el salmista tiene su corazón dispuesto para el Señor y pida reiteradamente, (como hemos visto anteriormente) que sea Dios mismo quien le enseñe y le muestre los alcances de sus enseñanzas y de los mandamientos que son los mismos que Dios diseñó y estableció. 
 La decisión explícita: "las pondré en práctica con todo mi corazón", es una muestra de devoción y profundo amor. 
Cuando obedecemos al Señor, desde el  corazón, el Espíritu de Dios nos da las fuerza para perseverar en sus enseñanzas. Buscamos no solamente agradar a Dios, sino también comprender que hay mucha bendición en sus enseñanza; nuestra vida queda alineada con sus principios y la comunión con Él se hace mucho más íntima.

¡Oh Señor, mi corazón está dispuesto a obedecerte! 


Pintura: Isabel Guerra

jueves, 27 de junio de 2013

Ver y comprender




Abre mis ojos, para que vea
las verdades maravillosas que hay en tus
enseñanzas
Salmo 119: 18


Abre mis ojos, para que vea las verdades maravillosas... Esta es la honesta oración de una persona que sabe cuán engañosos son nuestros ojos. Vemos lo que nuestro horizonte de creencias nos permite ver, lo que "queremos" ver porque nuestra mirada está distorsionada por nuestras limitaciones humanas 
y nuestros pre-juicios.
  Es el Espíritu de Dios, que inspiró las palabras de las Sagradas Escrituras, quien nos puede ayudar a "ver" con claridad las verdades santas, divinas y eternas que están registradas para nuestro crecimiento espiritual.

Muchísimas veces leemos la Palabra de Dios buscando encontrar la bendición, el consuelo y la misericordia que necesitamos. Creo que es muy bueno hacerlo y también es verdad que Dios en su misericordia va llenando nuestro corazón con su Amor eterno. Pero también es importante comprender  las verdades maravillosas que hay en sus enseñanzas. Ser enseñados por la Palabra de Dios es una bendición mayor; pero necesitamos la luz del cielo que nos ilumine y unos ojos limpios y abiertos que nos permitan reconocer las verdades santas y eternas.

¡Oh Señor, gracias por tu Santo Espíritu que nos ayuda a
abrir nuestros ojos, para ver las verdades maravillosas 
que hay en tus enseñanzas!

Pintura: John Henry Niemeyer

miércoles, 26 de junio de 2013

Tiernas misericordias



Rodéame con tus tiernas misericordias para
que viva,
porque tus enseñanzas son mi deleite.
Salmo 119: 77


Hay momentos en que nos sentimos muy abatidos y en soledad, porque sentimos que nuestros problemas parecen montañas que nos aplastan y sin embargo, Dios continua a nuestro lado. Así lo asegura su Palabra, que siempre nos trae el agua fresca que renueva nuestra esperanza.

Las tiernas misericordias del Señor nos acompañan día tras día. Pero a veces nuestras aflicciones nos impiden verlas. Cuando el salmista le pide al Señor "Rodéame con tus tiernas misericordias para que viva"  es porque se siente morir, está desanimado, afligido, triste  y fatigado.
La ternura de la misericordia de Dios no ha cambiado. Él continua acogiendo nuestros ruegos y plegarias. La compasión  de su mirada nos envuelve liberándonos de nuestras cargas. Esta certeza la obtenemos meditando en sus enseñanzas, 
por eso son un deleite.

Cuando todo está bien en nuestra vida, es también gracias a las tiernas misericordias de Dios que se hacen evidentes. Pero si hoy te sientes agobiado, como yo, te invito a apropiarte de esta sencilla oración del salmista:

¡Oh Señor,
rodéame con tus 
tiernas misericordias 
para que viva!

Pintura: "El Misal"
John William Waterhouse

martes, 25 de junio de 2013

Más allá de la comprensión




Mira, Dios es más grande de lo que podemos
comprender;
sus años no se pueden contar.
Él hace subir el vapor de agua
y luego lo destila en lluvia.
La lluvia se derrama desde las nubes,
y todos se benefician.
¿Quién puede comprender el despliegue de
las nubes
y el trueno que retumba desde los cielos?
Job 36: 26, 27, 28, 29

Estos versos del Libro de Job tienen mucha poesía y se parecen a más de algún Salmo. Nos ayudan a meditar en la obra maravillosa de Dios; su creación está llena de procesos que se afirman en la sabiduría y el poder de Dios. Son esos procesos los que nos hablan de algo más grande de lo que podemos comprender, por su complejidad, por su ritmo y por como afectan de tantas maneras nuestro diario vivir.
Muchos detalles dinámicos, de la naturaleza, pasan desapercibidos a nuestros ojos porque los tomamos como normales. Están allí; son; los aceptamos, nos benefician y pocas veces damos gracias a Dios por ese universo maravilloso que está dispuesto 
a nuestro favor.

Las nubes echaron inundaciones de aguas;
tronaron los cielos,
y discurrieron tus rayos.
Salmo 77: 17

El santo Amor de Dios se manifiesta en los grandes, misteriosos y lejanos detalles del universo como también en la pequeñez de los acontecimientos cotidianos. Nadie se detiene para comprender el despliegue de las nubes con  sus formas caprichosas y sin embargo continúan allí porque Dios sostiene su creación, las estaciones del año, los meses y los días; nuestro tiempo y toda nuestra vida. Todo reposa en su sabiduría y en su eternidad.

¡Oh Señor, gracias porque todo lo has provisto
con tanta sabiduría!

Pintura: "Terraza en la lluvia"
Henri Martin

lunes, 24 de junio de 2013

Refugio seguro




Mi victoria y mi honor provienen solamente
de Dios;
Él es mi refugio, una roca donde ningún
enemigo puede alcanzarme.
Salmo 62: 7

Podemos encontrar muchos refugios humanos para huir de nuestros dolores, aflicciones o tristezas, especialmente cuando nos sentimos sobrepasados e impotentes. Escapamos llenando nuestra vida con actividades, manteniéndonos ocupados,  refugiándonos en alguna creencia; y otras maneras menos "saludables" que no mencionaré.
También podemos luchar con todas nuestras fuerzas y finalmente caer en la frustración.

Para el salmista sólo Dios es un refugio seguro "donde ningún enemigo puede alcanzarme", por lo tanto en Él se siente completamente a salvo. 

Cuando le entregamos nuestras cargas y reconocemos que "nuestros enemigos" nos sobrepasan, Dios mismo es quien se encarga de nuestras luchas y batallas personales, por eso el salmista dice: "Mi victoria y mi honor provienen 
solamente de Dios"

El Señor, nuestro Padre Dios Todopoderoso, no solamente nos da la victoria que anhelamos, sino que nos devuelve un sentido de dignidad, validándonos como Hijos de Dios y esto nos brinda una íntima seguridad personal que se apoya en la Roca Eterna.

¡Si, solamente en Dios encuentro un refugio seguro!

Ilustración de Tasha Tudor

domingo, 23 de junio de 2013

Canción de la vida




Cantaré al Señor toda mi vida;
cantaré salmos a mi Dios mientras
tenga aliento.
Quiera Él agradarse de mi
meditación;
yo, por mi parte, me alegro en el
Señor.
Salmo 104: 33, 34
NVI

El Salmo 104 es un poema que exalta la creación como obra llena de la sabiduría de Dios, el gran Creador. Un detallado recorrido por cielo, mar y tierra, vida y muerte, aporta la luz necesaria para llenar el alma de reconocimiento y alabanza a Dios.

Cantaré al Señor toda mi vida. Esta canción surge en forma espontánea ante la majestad de Dios y su creación; nos damos cuenta de que es su generosa mano la que pone a nuestra disposición todo lo creado. Además, Él provee para cada necesidad de todo ser vivo y nos entrega su Amor y protección.
Cantar "salmos a mi Dios mientras tenga aliento", es la disposición de cantar siempre, en todo momento, en toda circunstancia, sabiendo que el poderoso Señor del universo, que tiene todo bajo su control, es quien nos sustenta. Cantar siempre en un acto de confianza y fe en Dios, entendiendo que nada escapa a su sabiduría y su dominio. No importa si es  verano o invierno, si llueve o sale el sol, no importan las circunstancias; Dios seguirá sosteniendo su creación y también nuestra vida. Le cantamos porque merece nuestra alabanza y gratitud.

Me alegro en el Señor. Es la alabanza a Dios lo que nos trae la alegría de vivir y, descubrir sus verdades eternas, meditando en ellas, es lo que nutre nuestra alabanza.

¡Oh Señor, que nuestra vida sea una canción de alabanza 
a tu santo nombre!

Foto: fuente

sábado, 22 de junio de 2013

Por el valle




Dichoso el que tiene en Ti su
fortaleza
que sólo piensa en recorrer tus
sendas.
Cuando pasa por el valle de las
lágrimas
lo convierte en región de
manantiales;
también las lluvias tempranas
cubren de bendiciones el valle.
Salmo 84: 5, 6

Hay ocasiones en que nos sentimos atravesando un "valle de lágrimas", porque la tristeza se apodera del alma, convirtiendo nuestra vida en un sequedal. Esa aridez de nuestro espíritu es un verdadero desierto. Pero No hay "desierto" que el Señor no pueda convertir en manantial. 
Cuando traemos nuestras lágrimas a su presencia, Él las convierte en lluvia de bendiciones espirituales, y entonces el valle de las lágrimas lo convierte en región de manantiales

También puede ocurrir que nuestro  "valle de lágrimas" comience a ser un lugar donde nos acomodamos; entonces caemos en la auto-compasión. El salmista dice que teniendo nuestra fortaleza en el Señor, nuestro pensamiento se eleva y entonces podemos "pasar" o atravesar, el valle de las lágrimas.
Así que las dificultades de la vida, los días oscuros y de sufrimientos son en realidad, oportunidades para recibir las lluvias tempranas  que cubren de bendiciones el valle, del mismo modo como las flores de primavera cubren las praderas.

¡Oh Señor, Tu eres nuestra fortaleza!

Pintura: Naomi Okubo

viernes, 21 de junio de 2013

Justicia divina




El Señor hace justicia a los oprimidos,
da de comer a los hambrientos
y pone en libertad a los cautivos.
El Señor da vista a los ciegos,
el Señor sostiene a los agobiados,
el Señor ama a los justos.
El Señor protege al extranjero
y sostiene al huérfano y a la viuda,
pero frustra los planes de
los impíos.
Salmo 146: 7, 8, 9
NVI

El Salmo 146 es de aquellos poemas llenos de alabanza a Dios que incluyen expresiones de "¡Aleluya!" que es la palabra, usada por todos los cristianos, que mejor sintetiza 
la alegría de alabar a Dios.

Es notable que en estos pocos versos, se repite cinco veces el nombre del Señor, para dejar en forma muy clara y explícita, su poder. Jehová, Dios Todopoderoso, el Señor del universo es quien se ocupa de impartir justicia y aliviar a todos los oprimidos, mostrando de esta manera tu majestad y su gloriosa misericordia. 

El salmista tiene mucha razón cuando dice "no pongan su confianza en gente poderosa, en simples mortales que no pueden salvar" porque sólo el Señor puede brindar verdadera y completa libertad; la libertad del espíritu y del alma; los ojos son abiertos, caen todas las ataduras y las cadenas. El Señor sacia todas las necesidades, derrama su Amor  trayendo alivio, libertad, justicia y protección a todos los que en Él confían.

En mi opinión, todos los que amamos al Señor, los que buscamos conocerlo cada día un poco más, en algún momento de nuestra vida nos encontramos con el Amor del Señor estando dentro de los grupos humanos mencionados en estos versos. Fuimos quizás de aquellos ¿"oprimidos"? o estuvimos ¿"hambrientos"? o nos sentíamos ¿"cautivos"?, estábamos ¿"ciegos"?  o  ¿"agobiados"?...  y fuimos ¡rescatados!.
Por eso podemos decir como el salmista:

¡Aleluya!
Alaba, alma mía, al Señor

Pintura: Quint Buchholz

jueves, 20 de junio de 2013

Diálogo de fe




Mi corazón te ha oído decir: “Ven y conversa
conmigo”
Y mi corazón responde: “Aquí vengo, Señor”
Salmo 27: 8
NTV

Es conmovedor el diálogo interno del salmista, mostrándonos su íntima comunión con Dios.

Quizás muchos de nosotros podríamos decir, con mucha certeza, que alguna vez hemos escuchado la dulce voz del Señor hablándonos al corazón, trayendo pensamientos de fortaleza espiritual, o brindándonos la fuerza que necesitamos.

Lo triste es que ese diálogo con el Señor es muy frágil. Las innumerables preocupaciones cotidianas, nuestros puntos de vista, nuestras creencias, obsesiones, ansiedades y deseos personales, interrumpen el fluir del Espíritu de Dios, llevándonos por nuestros propios senderos, privándonos de la bendición que significa contar con la aprobación, la cercanía y la intimidad con Dios.

¡Oh Señor, ayúdanos a perseverar buscando tu rostro,
escuchando tu voz de Amor!

Pintura: Quint Buchholz

miércoles, 19 de junio de 2013

Todo lo necesario




El Señor es mi luz y mi salvación,
entonces ¿por qué habría de temer?
El Señor es mi fortaleza y me protege
del peligro,
entonces ¿por qué habría de temblar?
Salmo 27: 1
NTV

El salmista nos muestra uno de aquellos momentos en que el diálogo interno  (se habla a si mismo), provee la confianza y la fuerza necesaria para levantarnos,  cuando el ánimo decae. Me parece que en este caso es el Espíritu de Dios quien trae la convicción y la fortaleza necesaria, con afirmaciones que son el eco de una fe profunda, basada en la experiencia de vida.

La fidelidad de Dios y su santo Amor dejan huellas en el corazón y en la memoria. Esas huellas alimentan nuestra fe y podemos decir, junto al salmista:

El Señor es mi luz y mi salvación,
entonces ¿por qué habría de temer?

¡Sí, en el Señor esperaré!

Pintura: Ricardo López Cabrera

martes, 18 de junio de 2013

Círculo de amor





¡Qué precioso es Tu Amor inagotable,
Oh, Dios!
Todos los seres humanos encuentran refugio
a la sombra de tus alas.
Los alimentas con la abundancia de tu
propia casa
y les permites beber del río de tus delicias.
Salmo 36: 7, 8
NTV

¡Qué precioso es Tu Amor inagotable, Oh, Dios! Realmente el Amor de Dios es precioso e inagotable y es para todos los seres humanos.

Este Salmo 36 exalta el Amor de Dios pero también nos hace pensar en aquellos que andan lejos de Dios, o como lo dice el salmista en el primer verso:  "no tienen temor de Dios 
en absoluto".  
Me parece que todos conocemos, o tenemos a alguien muy cerca, que "no tiene temor de Dios"  y pensamos con preocupación que esa persona está excluida del Amor de Dios. Pero, -¿está excluida realmente?

Es posible que estemos limitando la acción y la misericordia de Dios a un pequeño círculo que hemos dibujado desde nuestra propia y pequeña perspectiva.

Todos los seres humanos encuentran refugio a la sombra de tus alas. El precioso y santo Amor de Dios está disponible aun para aquellas personas que todos condenan o enjuician. Aún para aquellos que, a nuestros ojos, "no merecen" misericordia de Dios.
La bondad de Dios alcanza para todo el mundo y su misericordia actúa de las maneras más insospechadas, en forma silenciosa, sin estridencias, brindando oportunidades para que Todos puedan llegar a beber del río de sus delicias.

¡Oh Señor, qué precioso es Tu Amor inagotable!

Foto: Río Mississippi

lunes, 17 de junio de 2013

Fuerza y canción




El Señor es mi fuerza y mi canción;
me ha dado la victoria
Salmo 118: 14


El Señor es mi fuerza y mi canción. Cuando cantamos al Señor, toda nuestra alma se convierte en oración. Una oración que comienza a resonar ante el trono de Dios. Lo más sagrado de nuestra humanidad se eleva para alcanzar los cielos y Dios en su misericordia, nos devuelve el eco de su poder, revitalizando nuestra fe, llenándonos de gozo profundo.

Al cantar recordemos lo que nos dice el Salmo 22: "Dios habita en medio de la alabanza de su pueblo". Esta es la razón por la cual nos acercamos a Él con reverencia y devoción; con fe y amor.

En las palabras del salmista hay además una idea mucho más profunda, se trata de una comunión tan asombrosa con el Señor que, canto, oración, fuerza  y adoración tienen la misma significación. El Señor es esa fuerza sobrenatural que se expresa en canto de victoria, en medio de nuestras batallas personales, cuando confiamos totalmente en su inefable y santo Amor.


¡Oh Señor, eres mi fuerza y mi canción!

¡Se que me darás la victoria!

Imagen, fuente

domingo, 16 de junio de 2013

Nuestro hogar




Señor, a lo largo de todas las generaciones,
¡Tú has sido nuestro hogar!
Salmo 90: 1
NTV

A lo largo de los tiempos Dios no ha cambiado. Él nos hizo, le pertenecemos, en Él está nuestra vida, y nuestro verdadero hogar.
Esta es una realidad que muchas generaciones de creyentes, cristianos, han vivido. Su fe en Dios les ha permitido compartir esta afirmación maravillosa: 
Señor, ¡Tú has sido nuestro hogar!

Creo que no existe una palabra más hermosa que "hogar", también en el plano espiritual.  El Señor nos ofrece un hogar espiritual que es el mejor refugio, la fuente de nuestra alegría y donde realmente podemos descansar sin temor. Allí somos consolados con el amor del Padre, nutridos con su Palabra santa, revestidos con el poder de su Santo Espíritu y guardados de todo mal.

¡Oh Señor, Tú eres nuestro dulce hogar!
¡Te adoramos con gratitud!

Foto: Fan Ho

sábado, 15 de junio de 2013

Todo lo verdadero




Cuando me siento agobiado,
sólo Tú sabes qué camino debo tomar.
Salmo 142: 3

Esta salmo 142 es una plegaria, casi un lamento, ante una situación muy complicada. El salmista se encuentra rodeado de enemigos, pero siempre esperando en el Señor y expresa su confianza plena en lo que Dios puede hacer. 

Sólo Tú sabes qué camino debo tomar. Esta frase, que es tan cierta, la decimos pero pocas veces estamos dispuestos a esperar por las indicaciones precisas, a pesar de saber que Dios tiene toda la información necesaria y toda la sabiduría del universo para guiarnos por el mejor camino.

Creo que nosotros hoy somos mucho más afortunados que el salmista, porque sabemos que el Camino es Jesús el Hijo de Dios, nuestro Salvador. Él lo dijo: "Yo soy el camino, la Verdad y la Vida". Cuando nos abrazarnos al Camino encontramos también aquello que es verdadero, correcto y completo, y encontramos además la Vida, aquella para la cual fuimos creados.

Jesús nos dice: "Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar." (Evangelio según San Mateo)

Foto: "The Prayer"
Fotografa: Donata Wenders

viernes, 14 de junio de 2013

Sin demora




Me apresuraré sin demora
a obedecer tus mandamientos.
Salmo 119: 60

Seguir instrucciones, cumplir ordenes u obedecer, requiere cierta disciplina, también voluntad y determinación. Generalmente se hace por compromiso, o por temor a las sanciones y castigos.

En este salmo encontramos verdadero amor por los mandamientos y la Ley de Dios. Un amor profundo, honesto y sincero que emerge al comprender que en estos mandamientos está expresada la sabiduría eterna de Dios, su misericordia y también la bendición de recibir su aprobación. 

El salmista está dispuesto a obedecer a Dios, con prontitud, porque reconoce que finalmente, los mandamientos representan un camino; conforman  una manera segura de vivir siendo fieles al Amor de Dios que los inspiró. 

Aun hoy,  obedecer los mandamientos del Señor, en nuestra vida diaria, nos trae la bendición de descansar en su soberanía, su autoridad y protección. Obedecer a Dios es una manera de expresarle nuestro amor y nuestra fe.

¡Oh Señor, ayúdame a obedecer tus mandamientos
sin demora!

Pintura: Will Barnet

jueves, 13 de junio de 2013

Más que miel



¡Qué dulces son a mi paladar tus palabras!
Son más dulces que la miel.
Salmo 119: 103


En el mundo antiguo la miel, especialmente la miel silvestre, junto con la leche materna, era considerada uno de los alimentos más puros; manjar de los dioses y también afrodisíaco.
En el antiguo Egipto la miel estaba entre los alimentos que se ofrecían a los dioses. 

En las Sagradas Escrituras la miel es símbolo de abundancia y prosperidad, un don del cielo. Esto no es sorprendente si se considera que las abejas eran una de las familias de insectos más extendidas por toda Palestina y constituía una 
fuente natural de riqueza.

Para el  salmista la Palabra de Dios es  más dulce que la miel,  un manjar exquisito, lleno de pureza, un don del cielo que trae riqueza y abundancia al espíritu humano.

La Palabra de Dios es Palabra viva que continua nutriéndonos, con Verdad; fortaleciendo nuestra fe y nuestra esperanza; limpiando y sanando nuestras heridas del alma y preparándonos para el eterno encuentro con nuestro Padre Dios.

En el libro de Proverbios encontramos esta recomendación:
Come miel, hijo mio, porque es buena;
y el panal es dulce al paladar.
Así también, la sabiduría es dulce a tu alma.
Si la encuentras, tendrás un futuro brillante,
y tus esperanzas  no se truncarán.

Cada día necesitamos ser alimentados con la dulce pureza de la Palabra de Dios

Oh Señor, gracias por Tu Palabra divina
¡Qué dulces es al paladar tu Palabra!

foto: fuente

miércoles, 12 de junio de 2013

Total conocimiento




Me gozaré y alegraré
en Tu misericordia,
porque has visto mi aflicción,
has conocido las angustias
de mi alma.
Salmo 31: 7

El gozo y la alegría van de la mano especialmente cuando la misericordia de Dios nos alcanza. Su amor inagotable nos da la seguridad de sentirnos Hijos de Dios.
Es un gran consuelo saber que Dios conoce nuestros estados de ánimo, los momentos de debilidad, inquietud o angustia no le son desconocidos. Más allá de todas nuestras aflicciones Él ve la inmensa necesidad que tenemos de su consuelo, de su dulce compañía, de su abrazo amoroso y de la firmeza de su poder.

Muchas veces disfrazamos nuestros estados de ánimo. Hay personas que temen ser considerados débiles, y evitan mostrarse amables, bondadosos o  condescendientes. Otras personas para encubrir su gran tristeza se muestran frías, distantes e incluso reaccionan con enojo. Pero Dios conoce lo que hay detrás de nuestras máscaras, ante Él todo queda en evidencia. El salmo 139 dice que Él nos conoce totalmente:  "aún no está la palabra en mi lengua y ya Tú, Señor, la sabes toda"; Dios nos conoce "aunque en oculto fui formado y entretejido en lo más profundo de la tierra".
Su amor inagotable nos acoge tal cual como somos porque se compadece de nuestra pobre condición.

¡Oh Señor, Tú  nos conoces y sabes cuánto te necesitamos!


Pintura: Georgette Piccon

martes, 11 de junio de 2013

Con paso firme




Enséñame a hacer tu voluntad,
porque Tú eres mi Dios.
Que tu buen Espíritu me lleve hacia
adelante
con pasos firmes
Salmo 143: 10
NTV

Cuando somos enseñados por el Espíritu de Dios, nuestros pasos son firmes y seguros, no solamente porque nos llevan por el camino correcto, sino porque Dios mismo nos da las fuerzas, la energía y la íntima convicción de seguridad. Sin embargo, esto no significa que el camino es fácil; el libro de Proverbios dice: 
"hay caminos que parecen derechos, 
pero al final de ellos está la muerte".

Caminar con pasos firmes, hacia adelante, requiere preguntar a Dios, cada día por la senda correcta y también la manera correcta. Cuando nos dejamos guiar por nuestras propias intenciones, pensamientos, opiniones o deseos, lo más probable es que nos equivoquemos.  La razón es muy sencilla: Dios tiene toda la información, porque su mirada es infinitamente más amplia y más completa que la nuestra. Según el Profeta Isaías, el Señor ha dicho: "porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, 
ni vuestros caminos mis caminos."
Por eso creo que hay mucha sabiduría en la oración del salmista:

Oh Señor, enséñame a hacer tu voluntad,
porque Tú eres mi Dios.
Que tu buen Espíritu me lleve hacia
adelante
con pasos firmes.

Pintura: John Atkinson Grimshaw

lunes, 10 de junio de 2013

Confiando cada día




Señor, no me prives de tus tiernas
misericordias;
que tu amor inagotable y tu fidelidad
siempre me protejan.
Salmo 40: 11
NTV

Esta es una oración conmovedora, porque
¿Qué haríamos si el Señor no nos consolara?
¿Qué sería de nuestra vida sin la misericordia 
de nuestro Padre Dios?

Toda nuestra esperanza, descansa en la eternidad de Dios, en su poder y sabiduría, en su justicia y verdad.

El salmista termina su oración poética diciendo: 
Pero todos los que te buscan
se alegren y se gocen en Ti;
que los que aman tu salvación
griten una y otra vez:
"¡El Señor es grande!"


Foto: "Otoño" -  Brin

domingo, 9 de junio de 2013

Canto de gratitud




¡Aclamen con alegría al Señor, habitantes de
toda la tierra!
Adoren al Señor con gozo.
Vengan ante Él cantando con alegría.
¡Reconozcan que el Señor es Dios!
Él nos hizo, y le pertenecemos,
somos su pueblo, ovejas de su prado.
Entren por sus puertas con acción de gracias;
vayan a sus atrios con alabanza.
Denle gracias y alaben su nombre.
Pues el Señor es bueno.
Su amor inagotable permanece para
siempre,
y su fidelidad continúa de generación
en generación.
Salmo 100
NTV

El Salmo 100 es un poema de alabanza a Dios, 
es breve pero muy elocuente.
Fue escrito para ser cantado mientras se entraba en el templo; pero su elocuencia aun hoy nos inspira a buscar la intimidad con el Señor, para expresarle toda nuestra gratitud, para decirle cuánto lo amamos, y entregarle nuestra adoración.

Si Dios es dueño de todo lo creado, todo le pertenece. Por tanto ¿qué podríamos darle? Solo nuestra gratitud y nuestro reconocimiento; nuestra humildad y nuestra devoción son ofrendas dignas de nuestro Padre Dios.

Alabamos al Señor con alegría por todos sus beneficios, sus dádivas de amor, su perdón eterno y sus bendiciones. La mayor dádiva que recibimos de Dios es nuestra vida misma.

¡Bendito sea el Señor!
Su amor inagotable permanece para siempre,
y su fidelidad continúa de generación en generación.


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...