martes, 31 de mayo de 2011

Tu Guardador


Ilustración de Natasha Newton

Jehová es tu guardador,
Jehová es tu sombra
a tu mano derecha.
El sol no te fatigará de día
ni la luna de noche
Salmo 121: 5


Jehová es tu guardador. Que maravilloso es saber que Jehová se hace cargo. Que en Él hay seguridad completa. ¿Hay algo que pueda impedirnos apropiarnos de esta promesa?

Jehová es tu sombra. Es decir, Jehová está siempre presente. Con Él está protegida y segura nuestra vida. Aun los poderosos astros luminosos pierden su poder frente al gran guardián de nuestras vidas.

¡Jehová en mi guardador!

lunes, 30 de mayo de 2011

Sean Gratos


Ilustración de Alberto Montt

¡Sean gratos los dichos de mi boca
y la meditación de mi corazón
delante de ti,
Jehová, roca mía y redentor mío¡
Salmo 19:14

Delante de Ti, Señor: No solamente lo que digo, también lo que pienso; mis deseos, mis sueños, y hasta los más íntimos anhelos de mi corazón, quiero que sean dignos de ti, Oh Señor.
Me gustaría que todo contara con tu aprobación. Lo pongo delante de ti como una ofrenda de amor.


Roca Mía y Redentor Mío. Señor, he encontrado en ti la seguridad que ninguna otra persona, o cosa, me puede brindar.
¡Jehová, Roca mía y Redentor mio!

domingo, 29 de mayo de 2011

Bendice Alma Mía



Bendice, alma mía 
a Jehová; 
Y bendiga todo mi ser 
su santo nombre.
Bendice, alma mía, a Jehová, 
Y no olvides ninguno 
de sus beneficios.
El es quien perdona 
todas tus iniquidades, 
El que sana todas tus dolencias
Salmo 103:1,2,3


En muchas ocasiones el Salmista parece relatarnos el diálogo interno, aquel que se produce cuando está ante el altar de Dios. Un llamado a la sujeción de los pensamientos para enfocarse en la adoración a Dios, desechando cualquier otro pensamiento.
Bendice alma mía, es un llamado a disponer todo el ser y todos los sentidos a la alabanza a Dios.


Bendiga todo mi ser su Santo Nombre. Otra traducción dice: "bendigan todas mis entrañas su Santo nombre". Se compromete todo el ser, no sólo el espíritu, sino  cuerpo y alma.


No olvides. Cuando ya hemos superado los malos momentos, somos proclives a olvidar. La memoria es una especie de tamiz, un cedazo, donde va quedando lo mejor. Aquí el Salmista tiene la profunda certeza de haber sido liberado, salvado y perdonado por Dios. Entonces, desde este estado de serenidad comienza su canto de reconocimiento y alabanza a Dios.


No olvides ninguno de sus beneficios. La fidelidad y el gran amor de Dios merecen el esfuerzo de traer a la memoria experiencias pasadas, aquellas que ponen en evidencia su intervención y su misericordia.


Mirando hacia atrás podemos darnos cuenta de qué cosas o circunstancias nos ha librado Dios. Cómo ha limpiado nuestra conciencia trayéndonos a la paz del perdón, brindándonos nuevas posibilidades de vida. Y cuando todo está bien, también es Dios, en su misericordia, quien ordena y sustenta nuestra "normalidad"


¡Bendice alma mía a Jehová 
y no olvides ninguno de sus beneficios!

sábado, 28 de mayo de 2011

Es Bueno


Gustad y ved que es bueno
Jehová.
¡Bienaventurado el hombre
Que confía en el!
Salmo 34:8


Es emocionante pensar que cada vez que oramos un Salmo estamos haciendo lo mismo que hizo, alguna vez, Jesús cuando vivió en la tierra. Hoy los Salmos son orados por judíos y cristianos alrededor del mundo, porque son las palabras que Dios inspiró para ser usadas en nuestros encuentros con Él mismo.

Repetir un Salmo, una y otra vez, es comenzar a saborear su riqueza espiritual. Es permitir que las palabras se conviertan en sentimientos y los sentimientos en certeza y la certeza en fe. Esa fe es la que nos hace bienaventurados


viernes, 27 de mayo de 2011

Canto a mi Dios




Las misericordias de Jehová
cantaré perpetuamente;
de generación en generación
haré notoria tu fidelidad
con mi boca
Salmo 89:1




Cuenta la leyenda, que una noche el rey David dejó su lira en la cabecera de su lecho. De pronto, una ráfaga de viento le arrancó hermosas melodías al instrumento. David, emocionado con el sublime sonido, buscó la manera de reproducir esta maravillosa música y dedicarla a Dios. Así nacieron los Salmos.

Los Salmos nos dan la posibilidad de apropiarnos de ellos para dedicar un momento de alabanza a Dios. Podemos leerlos o cantarlos, como si se tratara de nosotros mismo frente al Altísimo.

Cantaré. La determinación de rendir tributo a Dios hace que nuestro canto tenga sentido. Este canto de amor, poco a poco va llenando nuestro corazón de alegría. Así como en el pasado lo hicieron otros, hoy, nosotros también cantamos la fidelidad de Dios, que permanece de generación en generación.



jueves, 26 de mayo de 2011

Bendecir




¡Bendito sea el Señor!
¡Cada Día nos colma
de beneficios
el Dios de nuestra salvación!
Salmo 68:19

"quien canta alabanzas, no sólo alaba, sino que también alaba con alegría; aquel que canta alabanzas, no sólo canta, sino que también ama a quien le canta" palabras de San Agustín.
Algunos estudiosos  creen que estas palabras se han resumido en la frase "el que canta ora dos veces

Cada día nos colma de beneficios. Hay momentos en que la oración se queda en la queja, y creo que está muy bien entregarle a Dios esa oración. Y cuando el alma desfallece, cuando no somos capaces, en forma espontánea, de elevar el espíritu, precisamente entonces es cuando repetir, leer, o canta un Salmo nos puede ayudar a recuperar la serenidad y el gozo de poder descansar en el Dios de  nuestra Salvación.

Un canto de alabanza es un canto de amor
¡Bendito sea el Señor!




miércoles, 25 de mayo de 2011

Clamor



Decía yo en mi apuro:
"Excluido soy de delante
de tus ojos"
pero Tú oíste la voz
de mis ruegos
cuando a ti clamé
Salmo 31:22




Dios escucha todos los ruegos. Siempre escucha.
El alma se auto censura, cuando su voz pasa por la conciencia moral.
Pero la misericordia de Dios es infinita y su amor, como lo dice el Apóstol Pablo "excede todo conocimiento".
Cuando clamamos, nuestra voz tiene eco en el cielo. No existe una frontera que le impida a Dios escuchar el clamor de su hijos.
Dios no nos trata según lo que merecemos, según nuetra débil fe. El nos trata como sus Hijos amados y oye nuestro clamor



martes, 24 de mayo de 2011

Diálogo



Aclamad a Dios con alegría,
toda la tierra.
Cantad la gloria de su nombre;
dadle la gloria con alabanza
Salmo 66:1,2

El escritor C. S. Lewis contaba que durante la etapa de su vida, en la que comenzaba a creer en Dios, una gran piedra de tropiezo para él era la amplia presencia de exhortaciones a alabar a Dios diseminadas por los Salmos. Lewis comparaba a Dios con alguien que suplica adoración “como una mujer engreída que busca cumplidos continuamente”

“nunca me había fijado en que el gozo siempre lleva en forma espontánea a la alabanza... El mundo siempre se rodea de alabanza: los enamorados se alaban, los lectores alaban a su escritor favorito, los senderistas alaban los campos, los jugadores alaban a su equipo preferido…
Creo que nos encanta alabar lo que disfrutamos porque la alabanza no sólo expresa sino que completa el gozo: es su consumación"
(tomado de  SED DE DIOS, John Piper)


Hoy el Salmista invita: Aclamad a Dios con alegría.

lunes, 23 de mayo de 2011

Aun en las Noches



Bendeciré a Jehová
que me aconseja;
aun en las noches
me enseña mi conciencia
Salmo 16:7



La noche es la  hora en que suceden muchas cosas misteriosas, es la hora quieta cuando los creyentes escuchan las voces sosegadas del cielo, dentro de si mismos.


Me agrada recordar que Dios no necesita descansar. Él no duerme, es dueño del día y de la noche. Para el alma dispuesta, Dios siempre está presente. En otras palabras, no hay un minuto en la vida en que estemos solos. Puede haber silencio, especialmente silencio de parte de Dios; pero jamás estamos solos.


En la antigüedad, Dios hablaba directamente a sus elegidos; muchas veces les hablaba durante el sueño.
Si creemos que Dios es eterno; que Él no cambia, podemos creer y esperar lo que el Salmista dice: aún en las noches me enseña mi conciencia.



domingo, 22 de mayo de 2011

Hasta el Fin


Mi corazón incliné
a cumplir tus estatutos
de continuo, hasta el fin
Salmo 119:112

El Salmo 119 es el más largo de todo el Salterio y está dedicado íntegramente a exaltar la Ley de Dios, Su Palabra.

Mi corazón incliné. El Salmista hace referencia al afecto, a un sentimiento del corazón para guardar la Ley de Dios.

Hasta el fin. Si nuestra vida sobre la tierra es un camino, lo importante es perseverar hasta el fin. Es bueno empezar bien, con entusiasmo, disponiendo el corazón a la Palabra de Dios día tras día, sin desmayar. Lo interesante es el esfuerzo para continuar hasta el fin, un esfuerzo que descansa en la propia Palabra de Dios.


sábado, 21 de mayo de 2011

Dulce



¡Cuán dulces son a mi paladar
tus palabras!
¡Más que la miel a mi boca!
Salmo 119:103


Tus palabras. El Salmista va mucho más allá del respeto por la Ley de Dios para describirla como algo que se disfruta. Una dulzura que se convierte en el alimenta del alma porque satisface la necesidad espiritual.
En las Sagradas Escrituras encontramos la voz de Dios. Meditar en Su palabra puede dar paso a un diálogo santo; cuando acallamos nuestras voces interiores podemos escuchar Su Palabra resonando con dulce amor. Son palabras que nutren la fe.

viernes, 20 de mayo de 2011

Enséñame



Haz que tu rostro resplandezca
sobre tu siervo
y enséñame tus estatutos
Salmo 119:135


El Salmo 119 es un extenso Salmo que celebra la Ley de Dios. En las distintas secciones del Salmo van cobrando vida los sinónimos con que se describe esta "Ley".
Aquí son estatutos.
Me parece de una belleza extraordinaria lo que el Salmista propone: El propio rostro de Dios es la luz que resplandece sobre su Ley, sus estatutos, sus mandamientos.
Me atrevo a pensar que lo que ilumina el rostro de Dios es una sonrisa. Una sonrisa de agrado cuando el corazón está dispuesto para ser enseñado; enseñado por Él mismo, Dios y Padre.


¡Enséñame, Oh Dios, Tus Estatutos!



jueves, 19 de mayo de 2011

Levantaré mi Alma




 A ti,  oh Jehová, levantaré mi alma
Salmo 25:1

Hay ocasiones en que parece que el alma ha perdido sus alas. Las circunstancias que nos rodean van cobrando peso, un peso que nos mantiene pegados a la tierra.
Esta exclamación del Salmista revela el profundo deseo de volver a levantar el corazón.

Levantaré mi alma. Me recuerda el relato de Saqueo (Evangelio según San Lucas). Saqueo era un hombre pequeño de estatura y  para ver a Jesús se subió arriba de un árbol sicómoro. El supo sobreponerse a todas las dificultades que le impedían ver a Jesús: las propias (su estatura) y las del medio (la multitud). 

Creo que mantenerse en comunión con Dios requiere una decisión.
En las horas de soledad y abatimiento, la oración puede elevar el alma, porque Dios escucha ese clamor y sale al encuentro:
¡a ti, oh Jehová, levantaré mi alma! 

miércoles, 18 de mayo de 2011

Un Padre



Como el padre se compadece
de los hijos,
se compadece Jehová
de los que lo temen,
porque Él conoce
nuestra condición
se acuerda de que somos polvo
Salmo 103:13-14



Cuando pensamos en Dios, la figura paterna es la más cercana y “humanizada”, sin olvidar también que Jesús nos enseña a llamarlo Padre Nuestro
Un padre representa la protección, la guía, el soporte, el consuelo, el aprendizaje,  y también un amor incondicional. Un amor que entiende, perdona y brinda nuevas oportunidades. Es la mirada atenta, benevolente y llena de profundo amor, que espera pacientemente que el hijo vaya asimilando y capitalizando las lecciones de vida.


Se acuerda de que somos polvo. Somos la suprema creación de Dios y sin embargo nuestra naturaleza realmente es polvo. Inconsistente, volátil. Partículas informes que van cambiando continuamente, girando en el torbellino de la vida.
El Dios Padre permanece allí, a nuestro lado. Su mirada atenta y compasiva espera por nosotros sus hijos, los que lo temen, los que lo reconocen como Padre.

martes, 17 de mayo de 2011

El Fruto de la Tierra




Tú eres el que viertes los
manantiales en los arroyos;
Van entre los montes.
Dan de beber a todas las bestias
del campo:
Mitigan su sed
los asnos monteses.
En sus orillas habitan
las aves del cielo;
¡cantan entre las ramas!
Él riega los montes
desde sus aposentos:
del fruto de sus obras
se sacia la tierra.
Él hace brotar
el heno para las bestias
y la hierba para el servicio
del hombre,
para sacar el pan de la tierra,
el vino que alegra el corazón
del hombre,
el aceite que hace brillar
el rostro
y el pan que sustenta
la vida del hombre.
Se llenan de savia
los árboles de Jehová,
los cedros del Líbano
que Él plantó.
Allí anidan las aves;
en las hayas hace su casa
la cigüeña.
Salmo 104:10-17


El Salmo 104 es un hermoso poema que recuerda el Génesis y la creación. El fragmento que he incluido hoy tiene relación con los frutos de la tierra. También con el agua, la que encontramos en los mares y ríos, o aquellas lagunas y vertientes que alimentan la flora nativa. Aun más maravilloso es saber que las pequeñas gotas atrapadas en las grietas del desierto, bajo ciertas circunstancias, florecen regalándonos un desierto florido. 


Dios provee no sólo el sustento del hombre sino tambien de todo ser viviente, manteniendo las cadenas ecológicas, que, en ocasiones, el hombre ha intervenido provocando más de un desequilibrio. Aun así todo sigue en orden porque Dios se ocupa de todas sus criaturas.


¡Bendice, alma mía, a Jehová! Así empieza y termina este Salmo (104)
Cuando meditamos en lo grandioso de la creación de Dios realmente sólo se puede decir:
¡Bendice, alma mía, a Jehová!


lunes, 16 de mayo de 2011

Mi Tiempo


Porque Tú, Señor Jehová
eres mi esperanza,
seguridad mía
desde mi juventud.
En Ti he sido sustentado
desde el vientre.
Del vientre de mi madre
Tú fuiste el que me sacó;
para ti será siempre
mi alabanza
Salmo 71:5,6

Nuestro reloj biológico es inexorable. Pequeños cambios en nuestro organismo ocurren todos los días y la gran máquina del cuerpo va perdiendo día a día su precisión. ¡Ni hablar de los primeros signos que evidencian estos procesos, especialmente aquellos que quedan registrados en la piel!

El Salmista mira hacia atrás en la línea del tiempo de su vida y se encuentra con la eternidad de Dios. Un Dios Padre y sustentador, entonces surge el canto: Para Ti, Señor, será siempre mi alabanza

Dios no solamente sustenta la vida humana, sino también la vida de nuestra familia, la  tierra y el universo. Desde los acontecimientos más pequeños y singulares hasta los más universales.

Un buen amigo mio solía decir: "quien no llega a viejo tiene pena de muerte"
Me quedo con las palabras del Apóstol San Pablo:  aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día

¡Gracias Dios por el don de la vida!

domingo, 15 de mayo de 2011

La Lluvia


Todo lo que Jehová quiere, lo hace,
en los cielos y en la tierra,
en las mares y en todos los abismos.
El hace subir las nubes de los extremos de la  tierra;
Hace los relámpagos para la lluvia;
Saca de sus depósitos los vientos.
Salmo 135: 6,7

Todo lo que Jehová quiere, lo hace. Dios ejecuta su voluntad con absoluta soberanía. 
Él está por sobre todo lo creado y todo lo que existe está bajo su dominio. También nuestras vidas. Meditar en estas verdades nos ayuda a recordar lo que somos: Él es Dios y nosotros su creación; Él es Dios y nosotros sus hijos.

El hace subir las nubes. El proceso de evaporación debe ser uno de los acontecimientos más pacíficos. En general, pasa inadvertido y sin embargo ¡cuánta energía se requiere para que se lleve a cabo!


Hace los relámpagos para la lluvia. “Es un gran ejemplo de la sabiduría divina y su bondad el que el relámpago vaya acompañado por la lluvia para suavizar su furor e impedir sus efectos dañinos. Así, en medio del juicio, Dios recuerda la misericordia.
Las amenazas de su Palabra contra los pecadores son como el relámpago; nos abrasarían si no fuera por sus promesas hechas en la misma Palabra a los penitentes, que, 
como una lluvia benéfica, desvían su furor y consuelan sus espíritus atemorizados.” George Horne



sábado, 14 de mayo de 2011

Para Siempre


Alabad a Jehová,
porque Él es bueno,
porque para siempre es su misericordia
...
Al único que hace
grandes maravillas
porque para siempre es su misericordia
Salmo 136:1,4


Porque para siempre es su misericordia, parece ser la frase más dulce de los Salmos y en éste es cantada 26 veces
Basta mirar a nuestro alrededor para encontrar las maravillas de Dios. El asombroso mundo de las flores, que nos deslumbra con sus  detalles, o el maravillosos universo de los insectos bastan para  admirar la grandeza de el único que hace maravillas.
Más abrumador es pensar en la secreta arquitectura de cada ser vivo, cada precioso detalle, cada singular característica es un canto a la grandeza del Creador. Nos recuerdan que  para siempre, eterna, es su misericordia.





viernes, 13 de mayo de 2011

Promesa



Deléitate asimismo en Jehová,
Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
Encomienda a Jehová tu camino,
y confía en Él; y Él hará.
Salmo 37:4,5



Estos versos del Salmo 37 son una invitación para revisar nuestras prioridades. Poner en primer lugar a Dios nos prepara para recibir sus promesas y sus bendiciones.

Te concederá las peticiones de tu corazón.  Cuando nuestro más profundo deleite esta en encontrarnos con Él, lo demás fluye, como su bondad y misericordia.


Encomienda a Jehová tu camino. Al hacer consiente el acto de caminar podemos entregarle a Él las dificultades. Podemos descansar, no como un acto de especulación, como cuando se confía en el azar, sino como cuando nos entregamos al descanso y dormimos en paz.

En las palabras de Jesús: “busca primero el reino de Dios y su justicia y todo lo demás te será añadido”


jueves, 12 de mayo de 2011

Seguridad



Jehová es mi luz y mi salvación; 
¿de quién temeré? 

    Jehová es la fortaleza de mi vida; 
¿de quién he de atemorizarme?

Salmo 27:1


Mi Luz, mi Salvación. sabemos que Dios es luz y que en él hay salvación y seguridad. Pero es diferente decir  "eres mi luz" o "eres mi salvación". Cuando existe esta certeza y esta convicción, verdaderamente, no hay ningún temor. 
Se es valiente con la seguridad que yace en la humildad de reconocer que la luz y la salvación están en Dios.


Jesús nos enseña que Él es la Luz. Por tanto podemos decir que Dios mismo nos ha dado la luz necesaria para vivir sin temor



miércoles, 11 de mayo de 2011

Lumbrera


Lampara es a mis pies Tu palabra
y lumbrera a mi camino
Salmo 119:105

Este verso del extenso Salmo 119, lo memoricé siendo muy niña. Creo que su significado nunca fue muy claro para mi, hasta ahora.
Una palabra apropiada, una palabra sabia es una luz que, por pequeña que sea, puede salvar del abismo del error. Así es la Escritura Sagrada: tiene la luminosidad de una estrella o del sol, pero no está lejos, ni inalcanzable. 
Lumbrera a mi camino. La Palabra de Dios es también para lo cotidiano y  lo  inmediato. A pesar de todo lo trascendental que pueda haber en ella, sigue siendo personal, sigue siendo para mi.



martes, 10 de mayo de 2011

Mi Pastor



Jehová es mi pastor; nada me faltará. 
En lugares de delicados pastos me hará descansar; 
Junto a aguas de reposo me pastoreará. 
Confortará mi alma; 
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. 
Aunque ande en valle de sombra de muerte, 
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; 
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. 
Aderezas mesa delante de mí
en presencia de mis angustiadores; 
Unges mi cabeza con aceite;
mi copa está rebosando. 
 Ciertamente el bien y la misericordia
me seguirán todos los días de mi vida, 
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Salmo 23



Este Salmo, quizás por ser tan conocido, parece haber ido perdiendo algo de su profundidad espiritual para quedarse en una escena bucólica, como una añoranza de los espacios abiertos en el campo.

Creo que la grandeza de este Salmo es la exaltación del pastor,
el Buen Pastor.
No importa la dureza, la soledad y la rudeza, la escasez y el peligro de la estepa, ni siquiera aunque ande en valle de sombra de muerte. Hay alguien que está velando, que conoce el terreno, consigue la mejor provisión de pastos y su sola presencia infunde seguridad y confianza: es el pastor, Mi Pastor.

Otro detalle importante: el pastor guía y apacienta el rebaño pero también es el anfitrión. Es quien espera al final del camino con el banquete preparado y la copa rebosando. Esa abundancia de bienes que sólo en la casa de Jehová puede ser hallada.



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