domingo, 1 de mayo de 2011

Cantar




Las misericordias de Jehová
cantaré perpetuamente;
de generación en generación
haré notoria tu fidelidad
con mi boca
Salmo 89: 1


Cantaré perpetuamente. Parece una exageración que el Salmista diga "cantaré perpetuamente". Pero si lo meditamos, no hay una canción que tenga más sentido que la alabanza a Dios.
Él es tan fiel que siempre habrá razones para cantar.
Desear que esa alabanza no termine,
habla de un corazón dispuesto para Dios. 


Con mi boca. Creo que ante Dios estamos más dispuestos a la queja que a la alabanza. Pero el canto y la alabanza, en voz alta, va llenando el alma de serena paz, alegría y confianza en Dios, nuestro Sustentador.


¡Las misericordias de Jehová cantamos!



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