Cuando comieres el trabajo de tus manos,
Bienaventurado serás, y te irá bien.
Salmo 128:2
Bienaventurado serás, y te irá bien.
Salmo 128:2
El trabajo de tus manos. El trabajo es una bendición y Él nos capacita para hacerlo. Sólo de esta manera se entiende que seamos bienaventurados, felices, cuando el esfuerzo de nuestras manos rinde su fruto, bajo la mirada de amor del Dios Padre, sustentador y proveedor.
Te irá bien. Cuando nuestra vida, nuestra familia, lo que somos y lo que tenemos, está bajo el cuidado de Dios, todo es bueno y todo está en su lugar. Gozamos de su aprobación y su protección.
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