viernes, 31 de mayo de 2013

Alivio en la angustia




¡Respóndeme cuando clamo,
Dios, Justicia mía!
Cuando estaba en angustia,
Tú me diste alivio.
Ten misericordia de mí
y oye mi oración.
Salmo 4: 1

El contexto en que fue escrito este Salmo 4 es el mismo del salmo anterior (3). Son circunstancias difíciles para el rey David, el autor de estos salmos. Según el subtítulo del Salmo 3 es su propio hijo el que se ha levantado en su contra. Sin duda David se siente deprimido, abatido y traicionado.
En medio de la angustia, él está dispuesto a confiar en Dios, como en tantas otras ocasiones. Lo expresa diciendo: Cuando estaba en angustia, Tú me diste alivio. Sabe que el Señor es fiel y lo protegerá, lo llenará de confianza, y podrá descansar en la justicia de Dios. Al declarar su fe en Dios, encuentra un escudo que le devuelve su dignidad; no busca venganza.

Leyendo este Salmo 4 completo, encontramos que el salmista afirma que Dios puso alegría abundante en su corazón y por eso puede dormir en paz. El Señor le proporciona serenidad, sabiduría, prudencia y la bendición de estar alegre aún en medio de los problemas.

¡Gracias Señor porque en la angustia, Tú nos das alivio!

Pintura: Odilon Redon

jueves, 30 de mayo de 2013

Nuevos motivos



Has cambiado mi lamento 
en baile;
me quitaste la ropa áspera
y me vestiste de alegría.
Por tanto, a ti cantaré,
gloria mía, y no estaré callado.
Jehová, Dios mío,
¡te alabaré para siempre!
Salmo 30: 11, 12



Has cambiado mi lamento en baile. Cuando el corazón está lleno de alegría y gozo, surge en forma espontánea el canto y el baile. Nos vestimos de alegría
Las palabras del salmista nos invitan a detenernos y meditar en el poder de Dios actuando a nuestro favor; reconocer la bondad infinita del Señor que transforma nuestros momentos más oscuros en diáfana esperanza y que vuelve la tristeza en gozo.

¿Habrá algo imposible para Dios?
El Evangelio según San Lucas nos dice: "porque nada hay imposible para Dios" y es un ángel quién lo dice.
En el mismo Evangelio leemos: "Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios" y es Jesús, el Hijo de Dios, quien lo afirma.
¿Y nosotros, lo creemos?

Confiar en el Señor es una bendición; pero reconocer su Amor en nuestra vida cotidiana requiere un corazón agradecido y lleno de Fe que ha puesto toda su confianza en el único y santo Dios, nuestro Dios y Padre.

El Apóstol San Pablo escribiendo los Efesios dice: "y ahora, gloria sea a Dios, que tiene poder para hacer muchísimo más de lo que nosotros pedimos o pensamos, por medio de su poder que actúa en nosotros"

¡Oh Señor, tu poder no tiene límites!
¡Gracias Señor por tu gran bondad!


Pintura: Henri Matisse


miércoles, 29 de mayo de 2013

Confianza absoluta




Este pobre clamó, y lo oyó Jehová
y lo libró de todas sus angustias.
Salmo 34: 6

¿Qué podríamos decir ante un testimonio tan potente?
Quizás hacer un poco de memoria y recordar alguna de aquellas ocasiones en que, sintiéndonos tan empequeñecidos y teniendo conciencia de nuestra pobre condición, hemos recibido el amor sin límites de nuestro Padre Dios. Su perdón, su consuelo y su paz, son un regalo que sólo Él puede brindar.

El Señor está dispuesto y extiende sus brazos para darnos libertad espiritual, salud del alma y bendiciones. Él escucha nuestro clamor.

Este pobre clamó, y lo oyó Jehová
y lo libró de todas sus angustias

Pintura: Pierre Mornet

martes, 28 de mayo de 2013

Expresiones de adoración



Venid, adoremos y postrémonos;
arrodillémonos delante del Señor,
nuestro hacedor,
porque Él es nuestro Dios;
nosotros, el pueblo de su prado
y ovejas de su mano.
Salmo 119: 6, 7

Venid, adoremos y postrémonos. La invitación del salmista nos sitúa frente a Dios con el deseo ferviente de adorarlo,  apartando un tiempo especial para estar en su presencia. También nos dice cómo hacerlo: arrodillémonos delante del Señor. Esta es una manera de mostrar humildad y entrega, confianza y fe.
Las razones que nos da para esta adoración, son a lo menos tres. Primero porque  Él es nuestro hacedor, lo adoramos porque somos su creación, reconocemos en Él al Padre que nos dio la vida.
Segundo porque Él es nuestro Dios, es decir nuestra alma lo reconoce como Padre espiritual.
En Tercer lugar, lo adoramos con gratitud porque somos  el pueblo de su prado y ovejas de su mano y esto significa que Él nos sustenta, nos protege y nos ama.

Adorar a Dios es, en última instancia, un acto de  obediencia y rendición; estar quietos y confiar en su Amor. Confiar en que nuestro futuro, la vida, está en sus manos; comprender que Él es Dios soberano, santo y eterno; y por último aceptar que nuestras posesiones materiales, el sustento diario, nuestro bienestar y prosperidad vienen de su mano.

El mandamiento es claro: "amarás al señor con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente"

¡Oh Señor, eres nuestro Dios!
¡Te adoramos con fe, gratitud y amor. Eres nuestro Dios!

Pintura: Montserrat Gudiol

lunes, 27 de mayo de 2013

Menos que nada



El hombre es pura ilusión
tanto el pobre como el rico;
si en una balanza los pesaran
juntos,
pesarían menos que nada.
Salmo 62: 9

El hombre es pura ilusión. Esta expresión del salmista nos incluye a todos, sin excepción. Vivimos en esa ilusión de creer que somos "alguien", tratando de conseguir, con nuestro esfuerzo lo que necesitamos. Ser y tener son nuestros verbos favoritos, y en esa carrera por llegar a ser alguien y tener todo lo que ambicionamos, se desliza la vida mientras nos llenamos de estrés. 
En nuestros días el estrés es una moneda corriente que se conoce en todas las ciudades del mundo. Habitamos espacios de asfalto,  sumergidos en smog, con pocas áreas verdes, que de todos modos no visitamos. Nos interesa más, por ejemplo,  una dieta que comer saludable, nos preocupamos por vernos bien más que por sentirnos bien; queremos tener una casa más confortable pero no hay tiempo para disfrutarla.

Puede parecer una visión pesimista, exagerada e incompleta,  pero la verdad es que todos en mayor o menor medida, somos inconstantes, vanidosos e inseguros. A menudo olvidamos que todo lo que somos y todo lo que tenemos le pertenece a Dios. Él trasforma con su Amor, ese "menos que nada" en riqueza espiritual y nuestras debilidades en fortalezas porque nos hace participar de "las riquezas de su gloria". Nuestra verdadera identidad está en el Señor.
Cuando nos apegamos a Él y lo buscamos con humildad y Fe podemos construir una identidad espiritual que es eterna.

Foto: Fan Ho




Traducción al inglés, gentileza  de
Gladys Lavanderos:

"Surely men of low degree are vanity,
and men of high degree are a lie:
to be laid in the balance,
they are altogether lighter than vanity."
Psalm 62:9
The man is pure vanity and a lie. This expression of the Psalmist includes everyone, without exception. We live in the illusion that we are "someone" trying to achieve with our own effort what we need. To be and to have are our favorite verbs, and in this race to be somebody and have all we ambition is that life slips away while we are filled with stress.
Nowadays stress is a currency that is known in every city in the world. We inhabit asphalted spaces, submerged in smog, with few green areas, which we did not visit anyway. We are more interested, for example, in a diet rather than eating healthy, we care about looking good rather than feeling good, we want to have a comfortable home but make no time to enjoy it.


It may seem a pessimistic view, exaggerated and incomplete, but the truth is that we all, to a greater or lesser extent, are fickle, vain and insecure. We often forget that everything we are and everything we have belongs to God. He transforms with His Love, that "are altogether higher than vanity" in spiritual wealth and our weaknesses into strengths for us to participate in "the riches of his glory." Our true identity is in the Lord. When we cling to Him and seek Him with humility and faith we can build a spiritual identity that is eternal


---   ----------------------------------------   ---

Un Cuento: Dos hermanos
de Jorge Bucay,

-No puedo más. Me falta oxígeno, no me puedo ni mover.
-Debes resistir. Esto pasará.
-No lo creo hermano. Todo ha ido empeorando en las últimas horas. Las paredes tiemblan y todo alrededor se deteriora rápidamente.
-Lo sé, pero este lugar es nuestra única posibilidad. Tienes que aguantar.
-Es que no puedo seguir así. Creo que será mejor dejarme llevar por la corriente.
-No lo hagas, hermano. Si te sueltas serás arrastrado hacia el agujero que conduce a la muerte y la destrucción. Vamos, esfuérzate un poco más.
-Ya lo he decidido, no voy a quedarme aquí esperando la muerte. Quizás si me suelto haya otra posibilidad.
-¿Otra posibilidad? ¿De qué hablas? ¿Qué comerás? ¿Cómo te cuidarás de los golpes? ¿Y el frío y el calor? Es una locura. Vamos, aférrate a mí.
-No. Basta ya.
Y dicho esto, el más pequeño se soltó de su amarra y fue empujado hacia abajo, hacia el negro agujero de lo desconocido. Su hermano lo miró desaparecer con angustia y creyó escuchar unos segundos después, el llanto desesperado de su hermano, del otro lado del agujero.
-Pobre -pensó-, una muerte horrible...
Afuera su hermano lloraba hinchando sus pulmones de aire fresco.
Había nacido.

A veces es necesario abandonar nuestra zona de comodidad y lanzarnos a lo desconocido, por Fe, para alcanzar nuestra verdadera identidad en Cristo.

domingo, 26 de mayo de 2013

Una decisión acertada




Alabaré al Señor en todo tiempo;
a cada momento pronunciaré sus 
alabanzas.
Salmo 34: 1
(NTV)

Alabar al Señor es siempre oportuno . El salmista dice Alabaré al Señor en todo tiempo, una decisión de la voluntad pero que seguramente nace de un sentimiento  de gratitud. En esta expresión, es relevante la frase en todo tiempo.

Tenemos que reconocer que alabar a Dios en tiempo de tristeza, de ansiedad, o de temor, es francamente difícil. ¿Cómo se canta cuando un hijo está enfermo; o cuando te quedas sin trabajo y tienes todo tipo de necesidades...?
No se trata de tener una actitud indiferente o caer en la enajenación, o negar las circunstancias que nos afligen. Sabemos que todos nuestros sentimientos los podemos traer a la presencia del Señor, con entera honestidad. 
Desde mi punto de vista, alabar en todo tiempo es una actitud de confianza; es la certeza de que Dios tiene todo bajo su dominio y Él sostiene nuestra vida y nuestras circunstancias. Alabar al Señor en todo tiempo es ordenar nuestras prioridades, dejando que Él ocupe el centro y el lugar más importante en nuestra vida.

En más de alguna oportunidad, estando en grandes dificultades, lo único que podía hacer era rogar una y otra vez por mis problemas, como si Dios necesitara un recordatorio, o como si tuviese la obligación de batallar constantemente con la situación. Realmente es muy consolador traer nuestras plegarias ante Dios, pero hay una mayor bendición cuando nos disponemos para alabar a nuestro Dios sabiendo que Él no nos deja solos en ningún instante; así, el foco de nuestros pensamientos deja de ser lo que nos ocurre para situarse en la grandeza y eternidad de Dios, nuestro Padre. Esa alabanza es como una suave brisa que despeja las nubes en el cielo y nos permite ver brillar el sol, que siempre ha estado allí.

Alabar al Señor en todo tiempo no es un  "conjuro" mágico que nos quite nuestros dolores en forma instantánea. Pero eleva nuestros pensamientos, alivia y nos conforta, porque es el Espíritu de Dios que nos regala paz, serenidad y gozo del alma. 

¡Alabaré al Señor en todo tiempo!

Pintura: Alphonse Osbert

sábado, 25 de mayo de 2013

Elegido




Escogió a su siervo David,
el que era pastor
de ovejas; 
lo quitó de andar tras los
rebaños,
para que cuidara a su pueblo,
para que fuera pastor de Israel.
Y David cuidó del pueblo de
Dios;
los cuidó y los dirigió
con mano hábil y corazón
sincero
Salmo 78: 70. 71, 72

En este salmo 78 encontramos un relato poético de la historia del pueblo de Dios; desde el éxodo de Egipto hasta la dinastía de David. El relato está impregnado del amor y la fidelidad de Dios a pesar de las constantes infidelidades y rebeldías de su pueblo.

En el caso de David -que tuvo sus "días malos"- desde que era pastor de ovejas, hasta el fin de sus días, se destacó por su corazón sincero. En el libro de los Hechos de los apóstoles se nos dice  David, hijo de Isaí, fue un varón conforme 
al corazón de Dios.

Muchos salmos fueron escritos por David quien llegó a ser rey de Israel; conocido por ser valiente (quien no recuerda a David frente a Goliat), justo, apasionado, guerrero, poeta y músico. El profeta Samuel nos dice que era: rubio, de hermosos ojos y de buen parecer. David nunca olvidó que Dios lo quitó de andar tras los rebaños se mantuvo apegado al corazón de Dios. Aun en los momentos más oscuros de su vida, él pide a Dios: "no me eches de delante de ti y no quites de mí tu santo espíritu... Dios de mi salvación; cantará mi lengua tu justicia" (Salmo 51)

Hacia el final de su reinado,  David, lleno de días, de riqueza y de gloria, bendice al Señor diciendo:
"Tuya es, Jehová, la
magnificencia y el poder, la gloria,
la victoria y el honor; porque todas las 
cosas que están en los cielos y en la
tierra son tuyas...
Pues todo es tuyo, y de lo
recibido de tu mano te damos"
(Primer Libro de Crónicas cap. 29)

Una de las grandes características de la Biblia y en particular de los Salmos, es que no encubre las faltas, los errores y las debilidades de sus personajes. Podemos admirar su fe, pero de pronto nos sorprendemos con sus dudas y su desobediencia a Dios. Los hombres y mujeres que Dios llamó o eligió, nuestros héroes bíblicos,  fueron personas como nosotros: comunes, ordinarios, normales, incultos, con defectos, y tenían una naturaleza pecaminosa como cualquiera de nosotros. Somos afortunados al poder mirar, como desde un palco, sus batallas de la vida real, sus encuentros con la tentación, la ira, las relaciones interpersonales, el dinero, y... la fe.
¡Hay tanto Amor, misericordia y compasión de Dios en su trato con sus elegidos! La misma que tiene con nosotros hoy.
"Por tanto, acerquémonos con confianza
 al trono de la gracia para
 que recibamos misericordia
 y hallemos gracia para la 
ayuda oportuna"
(Libro de Hebreos)

Pintura: Henri-Edmond Cross

Si deseas conocer más detalles de la vida de David, 
hijo de Isaí, puedes leer los libros de Samuel (I, II) 
que conforman  una verdadera crónica 
de la vida de David

viernes, 24 de mayo de 2013

Sol y escudo




Porque sol y escudo
es el Señor Dios;
gracia y gloria da el Señor;
nada bueno niega
a los que andan en integridad
Salmo 84: 11
(LBLA)

Este salmo 84 es un dulce canto que expresa con mucho sentimiento el anhelo profundo por  la presencia del Señor. Se cree que lo cantaban los peregrinos mientras caminaban hacia el santuario en Jerusalem, durante las fiestas anuales.

Porque sol y escudo es el Señor Dios. La presencia de Dios lo ilumina todo, también nuestra vida y nuestros pasos; con Él  podemos sentirnos seguros y protegidos. Cuando decimos Dios es sol  estamos diciendo también que es  proveedor y escudo protector. Él es todo gracia y misericordia, no se limita a reglas o formalismos, por eso nada bueno niega 
los que andan en integridad.

Cuando caminamos confiando por completo en Él, su promesa es que Él derramará sus bendiciones y, una vida abundante sobre nosotros. Su naturaleza y su carácter  es dar buenas dádivas, regalos inmerecidos, cuyo única explicación es su 
inmenso y santo amor.

¡Oh Señor, eres nuestro sol y escudo!
¡gracias por tus regalos de Amor!


Foto: diseño de Jardín de Daniel Ost
fotografo:Nicola Browne

jueves, 23 de mayo de 2013

Solamente




En Dios solamente
descansa mi alma;
de Él viene mi salvación.
Solamente Él es mi roca
y mi salvación.
Salmo 62: 1, 2

En este salmo la palabra que subraya la confianza en Dios del salmista, es "sólo" o "solamente".
En el tiempo en que fue escrito este salmo, el pueblo estaba rodeado de otras culturas donde abundaban las divinidades. Cuando el salmista enfatiza la frase en Dios solamente descansa mi alma y usa como estribillo: Solamente Él es mi roca y mi salvación habla desde su experiencia personal y también desde la tradición histórica de su pueblo, que guarda los hechos extraordinarios en que Dios intervino en forma sobrenatural mostrando su amor y misericordia, protección y cuidado amoroso. 

¿En que confiamos hoy? Hay quienes cifran su confianza y seguridad personal en sus recursos económicos, sus habilidades personales, sus competencias profesionales, sistemas de seguridad, líderes políticos, su buen criterio, su equipamiento electrónico... y muchos otros factores humanistas. 
¿Pero la íntima y secreta seguridad frente a lo inesperado, dónde la conseguimos...?

En Dios solamente podemos descansar hoy, y todos los días de nuestra vida,  porque Él no ha cambiado. Sigue siendo la roca de nuestra salvación.

El Señor es la roca eterna y es el único con poder para guardar nuestra alma, nuestra integridad moral, Él es nuestro bien supremo, la Roca de la salvación.

Descansar en el Señor es rendirse a su sabiduría eterna. Es dejar que Él intervenga. Es esperar en el tiempo de Dios. Cuando pedimos desesperadamente que Dios haga algo a nuestro favor y la respuesta de Dios es "espera, no todavía" - podemos decir como el salmista: En Dios solamente descansa mi alma; porque de Él viene mi salvación.


Pintura: Adolph Von Menzel

miércoles, 22 de mayo de 2013

Palabra eterna



Señor tu palabra es eterna;
¡afirmada está en los cielos!
Tu fidelidad permanece para
siempre;
Tú afirmaste la tierra, 
y quedó en pie.
Todas las cosas siguen firmes,
conforme a tus decretos,
porque todas ellas están
a tu servicio.
Si tu enseñanza no me trajera
alegría,
la tristeza habría acabado
conmigo.
Salmo 119: 89 al 92


El Salmo 119 es una fuente inagotable de inspiración y devoción por la Palabra de Dios. De muchas maneras nos enseña a confiar en ella, porque es eterna, es fuerte, confiable, da vida, renueva nuestro espíritu y nos llena de esperanza.

Donde mejor se puede admirar la fidelidad de Dios es, probablemente, en la naturaleza;  el salmista dice "todas las cosas siguen firmes". El hombre puede alterar de diferentes formas todo lo que existe pero lo que fue dispuesto por Dios, en la naturaleza, seguirá fielmente su destino. Las plantas seguirán orientándose a la luz, el día continuará siguiendo a la noche y las estaciones se sucederán en el ritmo que Dios diseñó. Los ríos continuarán en su camino al mar y las estrellas permanecerán en el firmamento según Él lo ha dispuesto:  todo está a su servicio.
Del mismo modo sus promesas, son fieles, eternas y continuarán acompañándonos de generación en generación. Son motivo de alegría en tiempos de tristeza y vivifican nuestro espíritu dándonos la fortaleza que viene del Espíritu de Dios. Tal como le ocurre al salmista nosotros también podemos afirmar: Si tu enseñanza no me trajera alegría, la tristeza habría acabado conmigo.

¡Gracias  Señor, por tu Palabra que es eterna y confiable!



Pintura: Ernst Anders 

martes, 21 de mayo de 2013

Oración de confianza




Confío en Dios y alabo su
palabra;
confío en el Señor y alabo su
palabra;
confío en Dios y no tengo miedo.
¿Qué me puede hacer el 
hombre?
Salmo 56: 10, 11


Este es un salmo escrito desde la angustia y el temor. Días difíciles y sombríos acompañan al salmista. Lo notable es que justamente porque está lleno de temor y lleno de angustia, con mayor fuerza expresa su confianza en Dios. La repetición del verso "confío en Dios" es no sólo una forma de animar su corazón abatido, sino también una forma de alabanza a Dios.

¿Qué me puede hacer el  hombre?  ¡Nada!
El Apóstol San Pablo escribiendo a los Romanos dice:
"Ni la muerte, ni la vida..., ni principados, ni potestades..., ni ninguna cosa creada" puede dañar a quien ha depositado toda su confianza en Dios.

Me apropio de las palabras de este salmo:
¡cuando tengo miedo, confío en ti, mi Dios

Pintura: Armando Barrios

lunes, 20 de mayo de 2013

Su nombre


¡Alaben tu nombre
grande y temible!
¡Él es santo!
Salmo 99: 3

En tiempos del salmista el nombre, propio, de las personas era muy importante. Los padres se tomaban un tiempo para poner el nombre adecuado a sus hijos, porque de algún modo tenía que ver con la personalidad del niño y, además, el nombre elegido señalaban una bendición, una dirección, un camino que tenía mucho de profecía.

Recordemos que según la profecía (Libro del profeta Isaías) el nombre Jesús significa: "Admirable consejero", "Dios Fuerte", "Padre eterno", "Príncipe de Paz", 

Por otra parte es significativo que cuando Dios se da a conocer a Moisés y éste le pregunta su nombre Dios le dice: "Yo soy", "Yo soy el que soy". Para significar el misterio de todos sus santos atributos.

El salmista nos invita a no perder de vista quien es Dios, su esencia, su grandeza, su poder ilimitado y su santidad.  Por eso dice: ¡Alaben tu nombre grande y temible!

Dios, en su infinita misericordia eligió darse a conocer a la humanidad a través de su Hijo. El Apóstol San Pablo lo dice de la siguiente manera: "Estando en la condición de hombre, se humilló a si mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre"

¡Oh Señor, alabamos tu santo nombre!


Pintura: Jessie Wilcox Smith


domingo, 19 de mayo de 2013

Es apropiado




¡Alabado sea el Señor!
¡Qué bueno es cantar alabanzas a
nuestro Dios!
¡Qué agradable y apropiado!
Salmo 147: 1
(BLA)

Este salmo 147 es una alabanza a Dios de principio a fin. Nos habla de Dios como el Creador del universo, que llama a las estrellas por sus nombres y se ocupa de toda su creación; exalta a Dios como el Libertador de su pueblo y nos dice que Dios ama a los humildes y sana a los quebrantados de corazón.

La alabanza es una expresión de amor y de gratitud por todo lo que recibimos del Señor. Pero el salmista agrega que es bueno cantar alabanzas a nuestro Dios. Me parece que alabar a Dios es bueno porque nos ayuda a situarnos en la real perspectiva de lo que somos, en nuestra naturaleza humana, frente a la grandeza, santidad y eternidad de Dios.
  En otra versión dice: "porque suave y hermosa es la alabanza" es suave porque nace de la quietud del alma que reposa en su Señor y es hermosa porque recoge lo mejor, lo más puro y sagrado como ofrenda a nuestro  Buen Dios.

Son muchos los salmos que nos invitan a alabar a Dios. Una y otra vez se nos dice claramente que debemos cantar y bendecir su nombre y lo hacemos voluntariamente, porque Él es eternamente digno de toda honra y alabanza, por su condición santa y sublime.

¡Alabado sea el Señor! 

Foto: una playa, Región de la Araucanía, Chile

sábado, 18 de mayo de 2013

Para limpiar




¿Cómo puede el joven
guardar puro su camino?
¡Guardando tu Palabra!
Salmo 119: 9
(LBLA)

¿Cómo puede el joven guardar puro su camino? La pureza es un aspecto fundamental en el desarrollo de la vida espiritual y realmente constituye un gran desafío, no solamente para un joven. El salmista expresa de esta manera su deseo de honrar a Dios y caminar en su presencia.  La respuesta es breve, sencilla y precisa. Desde el tiempo en que fue escrito este Salmo hasta nuestro días, no hay otra respuesta: guardar su Palabra.

¡Guardando tu palabra!  La pureza no se logra memorizando texto bíblico, a pesar de todas las bendiciones que nos puede reportar este ejercicio. El estudio cuidadoso de las Sagradas Escrituras tampoco nos garantiza el camino de la pureza; por esta misma razón las buenas prédicas o la lectura de buenos comentarios bíblicos tampoco lo harán. Sólo guardando su Palabra se obtiene la pureza del corazón y del alma. 
Guardar su Palabra equivale a tenerla siempre presente en el quehacer cotidiano. El salmista nos habla de guardar queriendo significar: cumplir, obedecer, seguir, practicar, ejecutar, hacer... vivir la Palabra de Dios.
Sin duda memorizar, leer y estudiar las Sagradas Escrituras (y todo lo antes mencionado) nos ayudarán a conocerla, manteniéndola siempre presente para guardarla, con el deseo ferviente de agradar a Dios por el camino de la pureza, como la entrega amorosa de nuestra devoción.

Es verdad que no todos somos jóvenes. Pero ante la eternidad de Dios y tomando en cuenta nuestra "edad espiritual" ¿no somos todos muy jóvenes?

¡Oh Señor, queremos acercarnos a ti con un corazón puro!
¡ayúdanos a guardar tu Palabra!


Pintura: Alfred Stevens

viernes, 17 de mayo de 2013

El valor de esperar



Estad quietos y conoced
que Yo soy Dios
Salmo 46: 10

Parece que el arte de la paciencia se está agotando. En nuestra vida contemporánea todo es acelerado: los procesos industriales, las técnicas para cultivar la tierra, los métodos de construcción de obras civiles, y hasta la manera como se maneja la vida familiar. Todo tiene un ritmo cada vez más acelerado, ya sea porque hay mejor tecnología disponible o porque se cuenta con métodos que optimizan todo tipo de procesos gracias a los avances científicos.  Además tenemos la espontaneidad de la información y las comunicaciones. En este contexto resulta muy desafiante la recomendación del salmista: Estad quietos.

La quietud, el sosiego, la paciencia son todas formas de esperar. Antiguamente esperar significaba días, semanas, meses, e incluso años. Para nosotros esperar son segundos y fracciones de segundos. Hoy puede ser muy desagradable el tiempo que "demora" nuestro notebook, en abrir una página... o un programa...

La paciencia según como todos lo entendemos, es el arte de saber esperar. Pero el salmista nos invita al siguiente nivel de la paciencia: conoced que Yo soy Dios. Esto es detenerse para dedicar tiempo en comunión con Dios; significa aquietar nuestro espíritu, dejar de lado nuestras circunstancias y poner toda nuestra atención en Dios, recordando que Él es quién gobierna todo el universo, toda la vida y todo lo que existe.

El salmista nos desafía a buscar más momentos de intimidad con Dios, para  llegar a "conocerlo" y comprender su grandeza. Quizás debamos aprender a transformar aquellas "demoras" en nuestro quehacer diario, en oportunidades para "estar" con nuestro Dios. Por ejemplo, la próxima vez que esté realizando un trámite en una oficina  pública y escuche aquella frase "tendrá que esperar porque se cayó el sistema", quizás sea un buen momento para dejar de lado la molestia y entrar a la "oficina" del Padre celestial para "tratar" asuntos más importantes y eternos.

¡Oh Señor, ayúdame a estar en quietud!
¡quiero conocerte cada día un poco más!

Foto: Fan Ho

jueves, 16 de mayo de 2013

En tiempos difíciles




Pero a mi, que estoy enfermo
y afligido,
levántame, Dios mio,
y sálvame.
Salmo 69: 29

De nuestra triste condición, Dios tiene conocimiento. Enfermedad y aflicción son males frecuentes, que nos atacan en cualquier momento y deprimen nuestro ánimo.
El salmista nos muestra que podemos aprender a reconocer estos estados dentro de nosotros mismo, llevarlos a la presencia del Señor y obtener su "rescate". Pedir por nuestro ánimo nos llevará a recibir la fuerza que necesitamos, recorriendo el camino de la humildad y aceptando que el Señor es nuestra fortaleza. Él nos levanta y nos muestra su misericordia y su Amor, transformando nuestra enfermedad y aflicción en experiencias que revitalizarán nuestra fe 
y nuestra comunión con Dios. 

Pintura: José de Ribera

miércoles, 15 de mayo de 2013

Verdades eternas



Cuando pensé para saber esto,
fue duro trabajo para mí,
hasta que, entrando
en el santuario de Dios,
comprendí el fin de ellos.
Salmo 73: 16, 17

Este salmo 73 nos muestra la crisis de fe de una persona que toda su vida se ha mantenido cerca del Señor;  la crisis le sobreviene cuando empieza a observar a su vecino: ve cómo prospera, todo le resulta fácil y placentero, mientras que para él todo es fatiga, trabajo, esfuerzo, pruebas, congojas y más trabajo.

Surgen las dudas, entra en crisis; se cuestiona si vale la pena esforzarse por vivir una vida recta y justa, con devoción y amor a Dios, pero con magros resultados. Con tristeza exclama: "¡En vano he limpiado mi corazón y he lavado mis manos en inocencia!"

Seguramente todos hemos experimentado sentimientos similares, algo de frustración y algo de dudas, pensando que nuestra devoción a Dios no va a ningún lado. Pensando que no hay provecho alguno en mantener nuestra integridad moral y vivir con honestidad. La respuesta a nuestras dudas no se encuentra observando la realidad, o analizando lo que ocurre a nuestro alrededor. Porque tal como lo expresa el salmista, mientras más lo pensamos nos resulta más duro de aceptar: Cuando pensé para saber esto, 
fue duro trabajo para mí.   

El único lugar donde podemos hallar nuestras respuestas es en la presencia del Señor. El salmista nos muestra el camino: entró al santuario de Dios. Allí entendió que su perspectiva estaba limitada por la condición humana. Dios nos lleva a otro plano, el plano de las verdades espirituales y eternas; por sobre esta vida terrenal  que tiene un final.

Una vez más los salmos nos muestran un importante principio: nuestras dudas, nuestros conflictos, las angustias de esta vida, todo, podemos llevarlo a la presencia de Dios. Allí queda todo resuelto.

¡Gracias Señor porque das sentido de trascendencia 
a nuestra vida!

Pintura: Andrey Remnev

martes, 14 de mayo de 2013

Mi esperanza




Clamé a ti, Señor;
dije: "¡Tú eres mi esperanza
y mi porción en la tierra
de los vivientes!"
Salmo 142: 5

Clamé a ti, Señor. Este es un grito de auxilio en un momento de peligro. Es David quien nos relata ese momento crucial donde sólo le queda clamar a Dios por ayuda. Una y otra vez el Señor nos muestra su misericordia y fidelidad, brindándonos su protección, liberándonos del peligro y de la amenaza. Él es nuestra Esperanza cierta, verdadera y concreta.

¡Mi porción en la tierra de los vivientes!  Esta exclamación tiene la forma de un nombre, un apelativo y también tiene la forma de una alabanza que emerge con mucho amor. Es  la presencia del Señor que, como un trozo de cielo, nos provee un refugio en tiempo de peligro, un oasis en medio de un  sequedal  o  un jardín florido en invierno. Una porción en la tierra de los vivientes que vivifica el alma y anima a continuar hasta el fin, pensando en  nuestro verdadero hogar.

Pintura: Barrie Maguire

lunes, 13 de mayo de 2013

Soporte seguro




Sosténme y seré salvo,
y me regocijaré siempre
en tus estatutos.
Salmo 119: 117


Hay mucha humildad en esta petición del salmista. La mayor y mejor protección que podríamos tener es contar con la protección de Dios.

Todos estamos sometidos a grandes presiones, dudas, peligros, tentaciones de todo tipo que requieren estar firmes en la fe para no caer. Pero nuestra naturaleza es inconstante; los buenos propósitos quedan expuestos a la dispersión del pensamiento, la influencia de nuestro medio, nuestros estados de ánimo y muchos otros factores.
La mano poderosa del Señor nos ofrece un soporte seguro por sobre todo aquello que nos puede debilitar, por sobre las piedras del camino y por sobre nuestra propia naturaleza cambiante.

La Palabra de Dios es nuestro espejo, nuestra fuente de nutrición y nuestro regocijo. Cuando tenemos un aparato precioso, nuevo, leemos su manual de instrucciones para disfrutarlo con mayor seguridad, sin riesgos de errores en su uso. Así también la Palabra de Dios,  leerla nos permite disfrutar con alegría, protección y seguridad nuestra vida cotidiana y nuestro camino espiritual.

¡Gracias Señor, porque en Ti nos sentimos a salvo!
¡Gracias por tu Palabra, que es nuestro regocijo!

Pintura: Édwin Harris

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...