miércoles, 8 de mayo de 2013

Camino de regreso



Por lo cual yo como ceniza
a manera de pan
y mi bebida mezclo con lágrimas.
Salmo 102: 9


Hablar de pecado, de nuestras faltas, o de cómo ofendemos a Dios, es un tema bastante impopular. Ya nadie tiene la actitud del salmista, de arrepentirse con lágrimas y penitencias. Hemos adormecido nuestra conciencia moral con las luces y el pensamiento hedonista que domina en nuestra sociedad. Creo que podríamos hablar de una conciencia anestesiada. 

Es verdad que es mucho más agradable hablar y pensar, y meditar  en el santo Amor  de Dios y  su gran misericordia; pero no podemos perder la perspectiva de nuestra humanidad y nuestra condición pecadora. En este sentido, sólo el Espíritu de Dios puede iluminar nuestra conciencia y revelar lo que necesita ser limpiado y perdonado por Dios; este es el primer paso. Luego viene el arrepentimiento y el perdón. 

El arrepentimiento no consiste solamente  en reconocer que el camino que transitamos es el equivocado sino también en iniciar un nuevo viaje que nos lleve de vuelta a la comunión y la intimidad con Dios. Este viaje nos lleva también a la libertad y a la recuperación del bien y la salud.

Cuando el salmista habla de que como ceniza a manera de pan y mi bebida mezclo con lágrimas, me recuerda que el arrepentimiento nos lleva al silencio frente a Dios; porque ¿qué podríamos decirle?. Creo que es suficiente acercarnos con nuestro corazón en humildad y dejar que Él trabaje en nuestras vidas. Nos acercamos no para hablar sino para escuchar. Ya sabemos que en la casa de nuestro Padre, siempre somos bienvenidos.

"El arrepentimiento y la fe son regalos que hemos recibido, 
no son metas que hemos alcanzado" 
(autor desconocido) 

Pintura: Sergio Cerchi

..........................................................


Versión en inglés de
Gladys Lavanderos


“For I eat ashes as my food
and mingle my drink with tears.”
Psalm 102: 9

Speaking of sin, of our faults, or how we offend God, is an unpopular topic. No one has the attitude of the psalmist, to repent with tears and penances. We numb our moral conscience with illumination and hedonistic thinking that dominates our society. I think we could talk about an anesthetized conscience.

It is true that it is much more pleasant to talk and think and meditate on the Holy love of God and His Great mercy, but we can not lose sight of our humanity and our sinfulness. In this sense, only God's Spirit can illuminate our conscious and reveal what needs to be cleansed and forgiven by God, this is the first step. Then comes the repentance and forgiveness.

Repentance is not only to recognize that the way we are going is wrong but also to start a new journey that will take us back into communion and intimacy with God. This journey also takes us to freedom and to recover our well-being and health.

When the psalmist speaks of ‘ashes like food, and mingled my drink with tears’, it reminds me that repentance leads to silence before God, for what could we tell him?. I think it's enough to approach him with humility in our hearts and let Him work in our lives. We come not to speak but to listen. We know that in the house of our Father, we are always welcome.

"Repentance and faith are gifts we have received; they are not goals we have achieved”
(author anonymous)



No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...