A ti, oh Jehová, levantaré mi alma
Salmo 25:1
Hay ocasiones en que parece que el alma ha perdido sus alas. Las circunstancias que nos rodean van cobrando peso, un peso que nos mantiene pegados a la tierra.
Esta exclamación del Salmista revela el profundo deseo de volver a levantar el corazón.
Levantaré mi alma. Me recuerda el relato de Saqueo (Evangelio según San Lucas). Saqueo era un hombre pequeño de estatura y para ver a Jesús se subió arriba de un árbol sicómoro. El supo sobreponerse a todas las dificultades que le impedían ver a Jesús: las propias (su estatura) y las del medio (la multitud).
Creo que mantenerse en comunión con Dios requiere una decisión.
En las horas de soledad y abatimiento, la oración puede elevar el alma, porque Dios escucha ese clamor y sale al encuentro:
¡a ti, oh Jehová, levantaré mi alma!
¡a ti, oh Jehová, levantaré mi alma!
No hay comentarios:
Publicar un comentario