Oh Jehová, de mañana oirás mi voz;
De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.
Salmo 5: 3
Al comenzar el día deposito mi oración en el altar. Así lo han hecho miles de personas antes que yo.
Nos unimos a todo un pueblo orante, para componer una ferviente oración.
Disponemos cada palabra como quien dispone la leña para encender un fuego. El fuego del altar a Dios. Pero no sólo eso, también esperaré y esperaremos.
Esperar es entender que la oración es una conversación, un diálogo vivo con el Dios y Padre nuestro. Esperar es el acto de fe que acompaña nuestra oración. Nos mantendremos junto a nuestra oración para escuchar la dulce voz que se puede oír en la quietud de una santa expectación.
Esta mañana, ¡ya todo está dispuesto!!
De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.
Salmo 5: 3
Al comenzar el día deposito mi oración en el altar. Así lo han hecho miles de personas antes que yo.
Nos unimos a todo un pueblo orante, para componer una ferviente oración.
Disponemos cada palabra como quien dispone la leña para encender un fuego. El fuego del altar a Dios. Pero no sólo eso, también esperaré y esperaremos.
Esperar es entender que la oración es una conversación, un diálogo vivo con el Dios y Padre nuestro. Esperar es el acto de fe que acompaña nuestra oración. Nos mantendremos junto a nuestra oración para escuchar la dulce voz que se puede oír en la quietud de una santa expectación.
Esta mañana, ¡ya todo está dispuesto!!
1 comentario:
Aunque ya no estás entre nosotros sigo disfrutando de tu siembra al visitarte, gracias amiga Clarisa Rodríguez ,eres maravillosa te llevo en mi corazón .Eugenia.
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