miércoles, 19 de junio de 2013

Todo lo necesario




El Señor es mi luz y mi salvación,
entonces ¿por qué habría de temer?
El Señor es mi fortaleza y me protege
del peligro,
entonces ¿por qué habría de temblar?
Salmo 27: 1
NTV

El salmista nos muestra uno de aquellos momentos en que el diálogo interno  (se habla a si mismo), provee la confianza y la fuerza necesaria para levantarnos,  cuando el ánimo decae. Me parece que en este caso es el Espíritu de Dios quien trae la convicción y la fortaleza necesaria, con afirmaciones que son el eco de una fe profunda, basada en la experiencia de vida.

La fidelidad de Dios y su santo Amor dejan huellas en el corazón y en la memoria. Esas huellas alimentan nuestra fe y podemos decir, junto al salmista:

El Señor es mi luz y mi salvación,
entonces ¿por qué habría de temer?

¡Sí, en el Señor esperaré!

Pintura: Ricardo López Cabrera

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