viernes, 14 de junio de 2013

Sin demora




Me apresuraré sin demora
a obedecer tus mandamientos.
Salmo 119: 60

Seguir instrucciones, cumplir ordenes u obedecer, requiere cierta disciplina, también voluntad y determinación. Generalmente se hace por compromiso, o por temor a las sanciones y castigos.

En este salmo encontramos verdadero amor por los mandamientos y la Ley de Dios. Un amor profundo, honesto y sincero que emerge al comprender que en estos mandamientos está expresada la sabiduría eterna de Dios, su misericordia y también la bendición de recibir su aprobación. 

El salmista está dispuesto a obedecer a Dios, con prontitud, porque reconoce que finalmente, los mandamientos representan un camino; conforman  una manera segura de vivir siendo fieles al Amor de Dios que los inspiró. 

Aun hoy,  obedecer los mandamientos del Señor, en nuestra vida diaria, nos trae la bendición de descansar en su soberanía, su autoridad y protección. Obedecer a Dios es una manera de expresarle nuestro amor y nuestra fe.

¡Oh Señor, ayúdame a obedecer tus mandamientos
sin demora!

Pintura: Will Barnet

2 comentarios:

Rosa dijo...

También lo pido, Clarissa, sin demora.

Un beso grande, querida amiga.

Clarissa Rodriguez dijo...

Gracias Rosita, por tu compañía.
Compartir una oración es compartir la fe, la esperanza y el amor.

Un gran gran abrazo, querida amiga

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