Caerán a tu lado mil
y diez mil a tu diestra;
mas a ti no llegarán.
Salmo 91: 7
El Salmo 91 es uno de los más hermosos. Es orado en todos los idiomas alrededor del mundo cuando se trata de recuperar la plena confianza en Dios.
Aquí están enumerados nuestros temores, angustias y peligros (reales o imaginarios) a los que nos enfrentamos a diario: "el lazo del cazador", "la peste destructora", "el terror nocturno", "la saeta que vuela de día" y "la pestilencia que ande en oscuridad". Pero podemos sentirnos seguros y confiados porque "El Omnipotente", nuestro Padre Dios, es nuestro escudo.
La fe en Dios no nos deja exentos de peligros o de males, pero nos conduce al refugio más seguro que se pueda tener. Sin importar lo que ocurra a nuestro alrededor, tenemos la promesa de ser "mas que vencedores por medio de aquel que nos amó".
Pintura: "Angel con una rama de olivo"
Hans Memling
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