sábado, 7 de julio de 2012

Por su bondad





De los pecados de mi juventud
y de mis rebeliones
no te acuerdes.
Conforme a tu misericordia
acuérdate, Jehová, de mí,
por tu bondad
Salmo 25: 7


De los pecados de mi juventud... no te acuerdes. La presencia del Espíritu de Dios despierta nuestra conciencia moral, y entonces, como en un espejo, todo queda en evidencia. 
Tal como en el caso de David, quien escribió este salmo; al mirar hacia atrás y ver con claridad nuestros errores y pecados, surge un genuino arrepentimiento  y el deseo de que sean olvidados. 


Acuérdate, Jehová, de mi. Esta súplica, que se parece a aquella del ladrón en la cruz, nos recuerda que Dios, en su bondad, nos regala el más completo y total perdón. Pero además nos guiará por el camino correcto, dejando atrás todo lo pasado.



Pintura: Manuel Terán

2 comentarios:

Clarissa Rodriguez dijo...

"De los pecados de mi juventud
y de mis rebeliones
no te acuerdes"
Con este salmo quiero agradecer a Dios por este día en particular, que es el día de mi cumpleaños.
He entendido que Dios cuando nos perdona nos libera de aquellos sentimientos de culpa que, a veces, quedan anidados en el alma.

Mirando hacia atrás, como hace el salmista en esta oración, puedo decir que me siento libre y de frente a las nuevas oportunidades que Dios me ofrece; las mismas que Él regala, cada nuevo amanecer, a cada uno de sus hijos.

Gladys Lavanderos dijo...

Si, Señor.... de los pecados de mi juventud no te acuerdes! Me acojo a tus misericordias..... Te amo mi Señor y SAlvador!!

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