Vuélvete, Jehová, libra mi alma.
¡Sálvame por tu misericordia!
Salmo 6: 4
Aun sin conocer las razones por las cuales el salmista pide ser librado, podemos entender que se siente prisionero, abatido, atrapado y sin ningún mérito ante Dios. Pero cuenta con la misericordia de Dios obrando a su favor
¿Cuáles son las prisiones de nuestra alma hoy?
Algunas están a la vista, por ejemplo: enfermedad, tristeza, soledad. Pero otras permanecen ocultas como heridas del alma, rencores, prejuicios, frustraciones, expectativas desmedidas y muchas otras.
La misericordia de Dios es eterna; su mirada bondadosa está puesta sobre sus hijos. Estas son las razones por las cuales nosotros también podemos pedir confiadamente:
¡Sálvame por tu misericordia!
Foto: Nick Owen
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