miércoles, 18 de julio de 2012

Un fuego




Se enardeció mi corazón
dentro de mí;
en mi meditación
se encendió un fuego
y así proferí con mi lengua
Salmo 39: 3


Se enardeció mi corazón dentro de mi; en mi meditación. La meditación es una experiencia personal, silenciosa y en quietud. En general, para nosotros los occidentales la meditación, como disciplina espiritual, es poco usada; es difícil especialmente al comienzo porque nuestros mundos, interno y externo, están llenos de ruido y distracciones.
La Sagrada Escritura nos habla de ella y vale la pena intentarlo, porque como dice aquí el salmista, enciende el fuego para el altar donde nuestra oración es "quemada", como una ofrenda agradable a Dios.


La experiencia de la meditación diaria, creo yo, no coloca sobre nosotros una etiqueta de santidad; es sólo una manera sencilla de mejorar nuestra salud espiritual y disfrutar un contacto más profundo con nuestro Dios.  

"Meditación"
Odilon Redon


3 comentarios:

Rosa dijo...

Es verdad, Clarissa, bien lo dices. En el silencio de la oración diaria nos colocamos en el horizonte de la verdad para encontrarnos con nosotros mismos y con Dios.
Muchas gracias por iluminarnos diariamente.
Un beso fuerte, amiga.

Rosa dijo...

La pintura es preciosa.
Gracias.

Clarissa Rodriguez dijo...

Rosita, tu compañía tiene la luz de una sonrisa.
Creo que aun nos queda mucho por caminar en el terreno de la oración y la meditación. Son las formas de una búsqueda mayor, pero Dios en su misericordia se encarga de rodearnos, guiándonos, y además nos da su protección.

De Odilon Redon habría tanto que decir, pero es información que está disponible en la web. Por eso sólo diré una frase que él usaba cuando alguien elogiaba su obra: "El arte verdadero está en la realidad sentida", en tus ojos y en tu corazón Rosita, y en los ojos y el corazón de quien lo observa.

Un gran abrazo, querida amiga

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