ayúdame a orar y a concentrar mis pensamientos en Ti;
no lo logro por mí mismo."
Dietrich Bonhoeffer - Resistencia y Sumisión
detalle de la escena de la creación de Adán Capilla Sixtina |
OH Jehová, Tú me has
examinado y conocido.
Tú has conocido mi sentarme
y mi levantarme.
Has entendido desde lejos
mis pensamientos.
Salmo 139:1,2
Jehová, Tú me has examinado y conocido. El Salmista habla desde la intimidad con Dios. Ya no se trata de un Dios lejano, descrito como doctrina o información. Se trata de alguien que me conoce perfectamente.
Aquí están presentes dos extremos: Dios y el hombre, la eternidad y lo finito. Tal como en el detalle de la pintura de Miguel Ángel, donde Dios (a la derecha) está representado en el dedo enérgico, lleno de vida, que indica, ordena y da vida; a diferencia del dedo del hombre que es débil, sin vida y caído.
Tomar conciencia de esta verdad, es entender que Dios nos examina como si fuésemos el único ser en el universo, y ante el resplandor de su presencia todo queda en evidencia. No existe privacidad alguna; Ni cosa que se pueda ocultar.
Has entendido desde lejos mis pensamientos. Esta idea es abrumadora, si consideramos la gran dispersión de pensamientos que en ocasiones nos domina. Por eso me gusta la oración de Bonhoeffer; con gran humildad y honestidad él dice: “ayúdame a orar y a concentrar mis pensamientos en Ti; no lo logro por mi mismo”
Señor, ¡tu sabes todas las cosas!
¡recibe mi oración!
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