Encamíname en tu verdad
y enséñame
porque Tú eres
el Dios de mi salvación;
en ti he esperado todo el día
Salmo 25:5
Ser enseñado, capacitado e instruido por Dios mismo, es el clamor de David, en este Salmo.
Uno de las notables características de nuestro tiempo, es la gran cantidad de información a la que todos tenemos acceso. Muchas materias, como nunca antes, están disponibles en la web. Si a este fenómeno le sumamos nuestra auto referencia, en la todos caemos constantemente, es realmente dificil, pedir con verdadera humildad "enséñame ... en ti he esperado todo el día"
Humildad, paciencia y perseverancia se requieren para esperar por la enseñanza que Dios nos da, a veces por medio de la oración, otras veces en medio de nuestras circunstancias y también cuando nos susurra en medio de la calma y el silencio. Sin olvidar la enseñanza que nos brindan las Sagradas Escrituras: "Tu Verdad"
Me encanta lo que dice el Apóstol Santiago: "Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada"
Señor, encamínanos en tu verdad y enséñanos como a tus hijos amados!
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