Pero Tú aumentarás mis fuerzas
como las del búfalo;
Seré ungido con aceite fresco
Salmo 92: 10
Aumentarás mis fuerzas como las del búfalo. Es muy sabido que las fuerzas del búfalo son extraordinarias. Es usado como animal de carga; pero lo que más ha llamado mi atención, es que se dice que el camino pedregoso, o con barro, le resulta cómodo y que es imposible enseñarle a caminar hacia atrás (retroceder).
En medio de las dificultades y en medio del "lodo" del camino, Dios nos capacita para caminar sin retroceder, y provee las fuerzas para sobrellevar nuestras cargas.
Seré ungido con aceite fresco. El acto de ser ungido con aceite simboliza la mayor bendición: la bendición de Dios. Se trata de una bendición de plenitud, de bondad, de salud, prosperidad, armonía y bienestar.
En nuestra vida cotidiana, las fuerzas vitales las da nuestro Buen Padre Dios. El nos hace "más que vencedores" y luego nos bendice con su aceite fresco, la bendición para sus hijos amados.
Aumentarás mis fuerzas como las del búfalo. Es muy sabido que las fuerzas del búfalo son extraordinarias. Es usado como animal de carga; pero lo que más ha llamado mi atención, es que se dice que el camino pedregoso, o con barro, le resulta cómodo y que es imposible enseñarle a caminar hacia atrás (retroceder).
En medio de las dificultades y en medio del "lodo" del camino, Dios nos capacita para caminar sin retroceder, y provee las fuerzas para sobrellevar nuestras cargas.
Seré ungido con aceite fresco. El acto de ser ungido con aceite simboliza la mayor bendición: la bendición de Dios. Se trata de una bendición de plenitud, de bondad, de salud, prosperidad, armonía y bienestar.
En nuestra vida cotidiana, las fuerzas vitales las da nuestro Buen Padre Dios. El nos hace "más que vencedores" y luego nos bendice con su aceite fresco, la bendición para sus hijos amados.
Pintura: Albin Egger-Lienz
2 comentarios:
Hoy necesito la fuerza para enfrentarme una vez más a la despedida dolorosa, ya están las maletas en la puerta y los ultimos segundos de abrazo a mi hija, después de dos días en el paraiso contemplando la estampa que más quiero, mi familía al completo, al salir sus ojos me sonrien confiados, me refugio en tus palabras que se instalan placidamente en mi corazón,me reconfortan, respiro hondo, tienen efectos purificadores, gracias Clarissa. Dios te bendiga.
Que la fuerza se multiplique y la bendición también, de la mano de nuestro Dios. Es un alivio poder confiar en Él y confiarle a nuestros hijos y nuestra familia.
Un abrazo, querida amiga
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