Acuérdate, Jehová, de tus
piedades y de tus misericordias,
que son perpetuas
Salmo 25: 6
Acuérdate, Jehová, de tus piedades y de tus misericordias. Me parece que hay cierta osadía en esta expresión. No necesitamos darle un recordatorio a Dios. Somos nosotros los que necesitamos dejar nuestra ansiedad, nuestros temores y nuestra incertidumbre ante el altar divino para encontrar descanso y esperar con fe, que Dios obre a nuestro favor.
Es muy dulce y consolador saber que las piedades y las misericordias de Dios son perpetuas; no se acaban y son también para nosotros hoy.
Acuérdate, Jehová, de tus piedades y de tus misericordias. Me parece que hay cierta osadía en esta expresión. No necesitamos darle un recordatorio a Dios. Somos nosotros los que necesitamos dejar nuestra ansiedad, nuestros temores y nuestra incertidumbre ante el altar divino para encontrar descanso y esperar con fe, que Dios obre a nuestro favor.
Es muy dulce y consolador saber que las piedades y las misericordias de Dios son perpetuas; no se acaban y son también para nosotros hoy.
Pintura: Guido Cadorin
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