Me levantarás

Tú, que me has hecho ver

muchas angustias y males,

volverás a darme vida

y de nuevo me levantarás

desde los abismos de la tierra.

Aumentarás mi grandeza

y volverás a consolarme.

Salmo 71: 20, 21


No tenemos control alguno de las estaciones del año; ellas tienen su propio ritmo y llegan a nosotros nos guste o no. Del mismo modo hay eventos en nuestra vida que siguen su propio ritmo, en forma inevitable, como por ejemplo: los hijos crecen, los objetos materiales se deterioran y  nuestro cuerpo muestra signos de "madurez". Muchos de estos eventos nos angustian y llegamos a tener un sentimiento de pérdida.

Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males. Es difícil creer o llegar a percibir que algo bueno puede resultar de aquellos momentos de angustia y pesar y sin embargo, puedo ver en mi propia vida cómo el "trabajo perdido" me ayudó a encontrar el trabajo que necesitaba hacer; cómo un letrero "calle cerrada" me llevó a recorrer un terreno que necesitaba transitar y cómo las pérdidas que en su momento consideré irreparables, me forzaron a encontrar los significados más profundos y valiosos que necesitaba conocer. En todas estas circunstancias - ahora lo puedo ver- Dios me consoló y levantó mi alma. En la superficie me pareció que mi vida se trizaba, pero silenciosa y generosamente, las semillas de la nueva vida fueron siempre sembradas; como en la paradoja del invierno: morir para renacer.

Pintura: Peter Ilsted