Aunque mi padre y mi madre
me dejen,
con todo, Jehová me recogerá.
Salmo 27: 10
Aunque mi padre y mi madre me dejen. Este salmo nos habla de alguien que se siente amenazado, rodeado de enemigos que "respiran crueldad" (como dice en el mismo salmo). En estas circunstancias, abatido, inseguro de sus afectos, llega a dudar del amor de sus padres. Pero aun en medio de estas incertidumbres, la confianza en Dios se acrecienta, no deja de clamar por ayuda, no se rinde, continua confiando en "su" Dios y proclama su victoria. Así lo expresa hacia el final del salmo cuando dice "he ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes", es decir, a lo largo de la vida.
Con todo, Jehová me recogerá. Tenemos la certeza de su amor. Un amor de Padre, lleno de sabiduría, piadoso, paciente y misericordioso; una promesa eterna. No existe amor humano comparable con el amor de Dios.
Pinturas: Brian Kershisnik
No hay comentarios:
Publicar un comentario