Porque miró desde lo alto
de su santuario;
miró Jehová desde los cielos
a la tierra.
Salmo 102: 19
Miró desde lo alto. Dios nos mira desde su eternidad, su santidad y grandeza: nos mira desde lo alto. Esto nos revela su compasión y su misericordia; porque nos mira a cada uno con el mismo interés, como si fuésemos el único ser sobre la tierra.
La mirada de Dios todo lo ve, pero está llena de compasión. Una compasión que significa pena y misericordia acompañada por el deseo de ayudar a cambiar las cosas.
Fue la compasión, por ejemplo, lo que llevó a Jesús a preocuparse por la multitud hambrienta y darles de comer, en aquella ladera de la montaña en Galilea.
Miró Jehová desde los cielos a la tierra. La presencia de Dios llena los cielos y sobre su majestad nada existe. Su mirada santa y amorosa reposa sobre su creación, porque de Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan (Salmo 24)
Fue la compasión, por ejemplo, lo que llevó a Jesús a preocuparse por la multitud hambrienta y darles de comer, en aquella ladera de la montaña en Galilea.
Miró Jehová desde los cielos a la tierra. La presencia de Dios llena los cielos y sobre su majestad nada existe. Su mirada santa y amorosa reposa sobre su creación, porque de Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan (Salmo 24)
Pintura de Nikolái Roerich
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