martes, 8 de mayo de 2012

Sáname, Señor



Ten misericordia de mi, Jehová,
porque estoy enfermo;
sáname, Jehová
porque mis huesos
se estremecen.
Salmo 6: 2


La definición que la Organización Mundial de la Salud hace de salud es la siguientes: "La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades". Según esta definición, ¿habrá alguien completamente sano?


El salmista se siente enfermo y clama por sanidad. Esto me recuerda aquellos eventos narrados en los santos evangelios, donde Jesús sanó a los enfermos. Llama la atención que Jesús haya preguntado por ejemplo, al ciego Bartimeo - "Qué quieres que te haga?"-  o al paralítico de Betesda - "¿Quieres ser sano?"


Cuando pasamos momentos de aflicción, cuando nos sentimos enfermos, abatidos, sin fuerzas para continuar, llegamos a pensar que Dios no nos escucha. Pero en realidad Él está allí, con nosotros. Tal vez nos pregunta - "¿quieres ser sano?" - es decir, ¿estas dispuesto a creer en la sanidad divina? ¿realmente quieres que tu vida cambie, dejando atrás la postración o la auto compasión?


Dios es nuestra fuente de vida y salud. Nosotros también podemos decir como el salmista: ¡Ten misericordia de mi, Señor!
¡Sáname, Tu eres mi Dios!


"Soñar despierto"
Alphonse Osbert

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