Porque le has salido al encuentro
con bendiciones de bien;
corona de oro fino
has puesto sobre su cabeza.
Salmo 21: 3
Le has salido al encuentro con bendiciones de bien. Es conmovedor meditar en estas palabras que nos hablan del santo amor de Dios. Cuando Él sale al encuentro es que se ha anticipado, ha preparado con anticipación la bendición. Si la palabra bendición es en si misma sinónimo de un deseo benigno, bendiciones de bien es la concreción de esos deseos.
Muchas de las bendiciones con las que contamos en nuestra vida cotidiana, no las hemos pedido ni las hemos buscado; como por ejemplo el don de la vida. En este salmo encontramos una gran afirmación: el tiempo de la tristeza tiene un límite, la espera tendrá un final feliz. Dios nos extiende sus brazos amorosos y están cargados de bendiciones de bien.
Corona de oro fino has puesto sobre su cabeza. Jesús llevó una corona de espinas y ahora nosotros tenemos acceso a su reino eterno. El oro ha sido refinado.
Vivir en el Reino de Dios significa depender de las bendiciones de bien que Dios nos tiene preparadas de antemano, con la dignidad que nos ha otorgado Jesús a través de su sacrificio en la cruz.
Fotografía de la cruz de Bergen Belsen
2 comentarios:
Siiii, realmente que gran bendicion gozamos... Dios sale a nuestro encuentro trayendo regalos que muchas veces ni los apreciamos.Como tu dices, Clarissa, la vida, tambien la salud, los amigos, las alegrias que vivimos a diario con la familia.... Realmente Dios es bueno y amoroso.....
Querida Glad-is!
Tú eres una bendición de Dios en mi vida!
Un gran abrazo
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