jueves, 15 de septiembre de 2011

Preciosa misericordia






¡Cuán preciosa es, oh Dios,
Tu misericordia! 
¡Por eso los hijos de los hombres 
se refugian a la sombra de tus alas!
Salmo 36:7

¡Cuán preciosa es, Oh Dios, Tu misericordia!. Esta expresión del salmista me recordó a aquella mujer, de quien se nos cuenta en los Evangelios, que lo único que deseaba era tocar el manto de Jesús para sentirse libre de su enfermedad. Ese alivio  es el que buscamos.


La grandeza de Dios, todopoderoso, unida a su misericordia nos da la certeza de que, quien quiera que invoque su protección, la tendrá. La sombra de Tus alas, es una metáfora poderosa para significar la majestad y grandeza de Dios. La misma que cubre a todos sus hijos.

Sombrero de Panamá
=Claudio Bravo

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