miércoles, 30 de enero de 2013

Una fe sencilla




Jehová guarda a los sencillos;
estaba yo postrado, y me salvó.
Salmo 116: 6

Este Salmo 116 es un poema de acción de gracias 
por haber sido librado de la muerte.

Son muchas las ocasiones a lo largo de nuestra vida en que nos sentimos enfrentando la muerte. A veces es una enfermedad, o bien circunstancias o eventos familiares que nos dan la sensación de estar ante algo que sobrepasa nuestras capacidades y recursos.

Jehová guarda a los sencillos. En otra versión bíblica leemosEl Señor protege a los que tienen fe como un niño. 
¿Cuál es esa clases de fe?
La sencillez de un niño no está contaminada con la memoria de eventos pasados; tampoco tiene dudas o temores en relación con lo que podría suceder. La fe de un niño es confianza plena.

Para el salmista es sencillo: estaba postrado, seguramente sintiéndose morir, y el Señor lo levantó, y dice: estaba yo postrado, y me salvó.

Cada vez que confiamos en el Señor, con sencillez, Él acude actuando a nuestro favor, y además nuestra fe se acrecienta, se fortalece y se vuelve poderosa en el Señor. 

¡Oh Señor, que hoy yo pueda confiar en ti
con la fe de un niño!

Pintura: Emile Munier
1840 - 1895

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