viernes, 8 de abril de 2011

La Niña de tus Ojos


ilustración de Sofía Escamilla Sevilla

Sustenta mis pasos en tus caminos,
Para que mis pies no resbalen.
...
Guárdame como a la niña de tus ojos;
Escóndeme bajo la sombra de tus alas,
Salmo 17:5,8



1 comentario:

Clarissa Rodriguez dijo...

Guárdame como a la niña de tus ojos. El sabio Creador ha colocado el ojo en una posición muy protegida; se halla rodeado por huesos salientes, como Jerusalén está rodeada de montañas. Además, su gran Autor lo ha rodeado de varias túnicas interiores, así como del seto de las cejas, el telón de los párpados, el vallado de las pestañas; y, además de esto, ha imbuido en cada hombre la idea de un valor tan alto para sus ojos, y una respuesta tan rápida ante la aprensión del peligro, que ningún miembro del cuerpo está mejor protegido que el órgano de la vista.
¿No te parece que es una obra de la Providencia el que, considerando la debilidad del ojo, El lo haya protegido con párpados como puertas, que siempre que hay ocasión para usarlos se abren y de nuevo se cierran durante el sueño? Y para que no sufran lesión por los vientos, ha puesto las pestañas como un cedazo, y sobre los ojos ha dispuesto las cejas como cubierta, para que el sudor de la cabeza no los alcance.
Tomado de “El Tesoro de David” de Charles Spurgeon

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