martes, 7 de enero de 2014

Pidiendo con libertad

Hacia ti dirijo la mirada,
hacia ti, cuyo trono está en el cielo.

Como dirigen los esclavos la mirada
hacia la mano de su amo,
como dirige la esclava la mirada
hacia la mano de su ama,
así dirigimos la mirada al Señor nuestro Dios,
hasta que nos muestre compasión.
Salmo 123: 1,2




Hacia ti dirijo la mirada,
hacia ti, cuyo trono está en el cielo

El salmista pone como ejemplo de dependencia de Dios la actitud de un esclavo hacia su amo.  En términos generales, se trata de una relación de poder y autoridad. Estamos hablando de un servidor. De esta manera Dios es exaltado en su poder, autoridad y soberanía absoluta sobre todo lo que existe.

El profeta Isaías, cuando muestra su visión profética del Mesías, el Hijo de Dios en forma de hombre, Jesús de Nazaret, lo presenta como un siervo y este es quizás el mejor ejemplo de servicio a Dios. El Apóstol Pablo dice: 
y estando en la condición de hombre, 
se humilló a sí mismo, 
haciéndose obediente hasta la muerte, 
y muerte de cruz. 
(Fil. 2:8)

Nadie tiene como meta o propósito de vida llegar a ser un siervo-esclavo y vivir sometido a una autoridad superior, sin derecho "a voz ni a voto"; actuando siempre según los deseos, decisiones e intereses de alguien que finalmente ni siquiera sabemos cómo piensa. No aspiramos a ser ese tipo de persona porque tenemos una gran opinión de nosotros mismos. 
Pero si de verdad deseamos conocer a Dios, el primer paso es reconocer su autoridad.

Recuerdo con mucha claridad el momento de mi propia conversión al camino de la fe en Dios. Uno de los pensamientos más decisivos fue darme cuenta que  no esperaba encontrarme con un Dios a la manera de un "rompecabezas" o un puzle, del que luego de resolver perdería todo interés.  Pero debo reconocer también que en ocasiones, "achicamos" a Dios relegándolo a la categoría de un "superhéroe" que resolverá "mágicamente" nuestros asuntos, a nuestra manera y, en nuestros términos. Allí mismo es cuando necesitamos la misericordia de Dios, para no olvidar que somos sólo "siervos".
Lo maravilloso es que Jesús, el Siervo Sufriente, nos dio un acceso directo a nuestro Padre Dios y nos enseñó que somos libres para dirigirnos a Él, buscando su Amor y compasión. Jesús nos diría hoy junto al salmista: dirijan a Dios su mirada, cuyo trono está en el cielo... En las palabras del Evangelio de San Lucas:

Pidan a Dios y Él les dará
Hablen con Dios
y encontrarán lo que buscan,
llámenlo y él los atenderá.
Lucas 11:9



Pintura: "Girl with a pomegranate",1875 (Detalle)
William-Adolphe Bouguerea

4 comentarios:

Princesa Nadie dijo...

Gracias Clarisa por tu aclaración,es cierto que hay que tener cuidado con la información que obtenemos de internet,en este caso el poema lo encontré en un calendario que tenía en casa .
Rectificaré la entrada para no confundir a nadie
Gracias por recordarme esas palabras del evangelio de Lucas y gracias por hacernos reflexionar con tu blog
Un fuerte Abrazo

Clarissa Rodriguez dijo...

Princesa, princesita, es una verdadera alegría que nos acompañes en el Camino.

Las palabras del Evangelio de San Lucas, son palabras de Jesús. Nadie como él conoce nuestras necesidades, nuestras debilidades y todo lo que somos.

Muchos caminos pueden inducirnos a error. Pero el Camino verdadero es el mismísimo Hijo de Dios, Jesucristo.

Un gran gran abrazo

Eva Ferrer dijo...

Mi querida amiga, me conforta saber que sigues aquí. Te presiento a mi lado, haciendo que muchas veces me detenga y reflexione. Tu sencillez y sabiduría me ayudan mucho más de lo que imaginas.
Deseo de todo corazón que estés bien. Un fuerte abrazo amiga.

Clarissa Rodriguez dijo...

Eva, qué gran alegría, encontrarte aquí
Gracias por tu amistad y la calidez de tus palabras que con tanta generosidad compartes.

Estoy segura de que vendrán tiempos mejores y podremos compartir mucho más y de muchas maneras.

Un gran abrazo, querida amiga

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