sábado, 18 de enero de 2014

Paciencia y perseverancia


Mucho me han angustiado desde mi juventud
—que lo repita ahora Israel—,
mucho me han angustiado desde mi juventud,
pero no han logrado vencerme.


Sobre la espalda me pasaron el arado,
abriéndome en ella profundos surcos.


Pero el Señor, que es justo,
me libró de las ataduras de los impíos.

Salmo 129: 1-4




...pero no han logrado vencerme

Es conmovedor leer estos versos, probablemente es la voz de un anciano; alguien que mira hacia atrás y ve cómo ha sufrido y en medio de su sufrimiento, ha perseverado en su confianza en Dios y dice: pero no han logrado vencerme...  el Señor, que es justo, me libró de las ataduras de los impíos.

De fondo, en ese sufrimiento se puede ver, como en un espejo retrovisor, el sufrimiento del pueblo de Israel, sus años en Egipto, la esclavitud, el largo peregrinar por el desierto y como Dios mismo los  libró de las ataduras de los impíos.

Muchos de nosotros también hemos vivido 
del mismo modo, como cuando:  
Sobre la espalda me pasaron el arado,
abriéndome en ella profundos surcos...

Fatigas, dolores, frustraciones, sueños rotos, quebrantos, traiciones, burlas, en fin...
mucho me han angustiado desde mi juventud,
pero no han logrado vencerme

No han logrado vencerme gracias a la obra salvadora y el rescate amoroso de nuestro Salvador, el Hijo de Dios, quien me libró de todo tipo de ataduras.

foto. Isla Negra - Chile

5 comentarios:

Francisco Méndez S. dijo...

Clarissa:

Me ha llegado mucho este Salmo, sobre todo lo último.
No han logrado vencerme gracias a la obra salvadora y el rescate amoroso de nuestro Salvador, el Hijo de Dios, quien me libró de todo tipo de ataduras.

un gran abrazo

Clarissa Rodriguez dijo...

Gracias querido Francisco por tu comentario.

Dejar de mirar el "espejo retrovisor" de nuestra vida es difícil, pero con la ayuda de Dios lo ´podemos lograr.
Él es nuestro refugio, nuestra esperanza y nuestra fortaleza en los días difíciles.

Un gran abrazo, querido amigo

Rosa dijo...

Siempre es nuestro refugio, nuestra esperanza y nuestra fortaleza, ¡claro que sí!

Otro beso grande, querida amiga.

Clarissa Rodriguez dijo...

Gracias querida Rosita, por esas palabras, que sin duda vienen de la experiencia de vivir a diario, en la bondad de Dios Todopoderoso.

Un abrazo, querida amiga

Enrique Soto dijo...

Clarisa,
He tenido una temporada con mucha ocupación y poco tiempo. Actualmente estamos educando a una perrina, una galga, que hemos rescatado y adoptado.
Ahora me he dado cuenta de que hace tres semanas que no escribes. Tú publicabas a diario, aunque yo no te leyese a diario.
Espero que no estés enferma o te haya pasado algo.
Recibe un abrazo. Me gustaría saber que estás bien.

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