no te agradan;
has abierto mis oídos;
holocausto y expiación
no has demandado.
Salmo 40: 6
Sabemos que el Señor valora mucho más la obediencia del corazón que cualquier ofrenda o ceremonia en su honor. La adoración es un acto voluntario e íntimo, donde el espíritu está en comunión con Dios. Podemos hablar con Él y también escuchar su voz.
La expresión del salmista has abierto mis oídos nos hace pensar que es Dios mismo quien nos capacita para escuchar su voz. El salmista logró escuchar y entender la voz de Dios.
No sólo escucha, también desea honrarlo y obedecerlo perfectamente.
¿Qué podríamos ofrecerle a Dios que no le pertenezca?
Nuestra entrega voluntaria, nuestra devoción y nuestro amor son ofrendas que pueden agradar su corazón y enriquecer nuestra adoración.
Sabemos que el Señor valora mucho más la obediencia del corazón que cualquier ofrenda o ceremonia en su honor. La adoración es un acto voluntario e íntimo, donde el espíritu está en comunión con Dios. Podemos hablar con Él y también escuchar su voz.
La expresión del salmista has abierto mis oídos nos hace pensar que es Dios mismo quien nos capacita para escuchar su voz. El salmista logró escuchar y entender la voz de Dios.
No sólo escucha, también desea honrarlo y obedecerlo perfectamente.
¿Qué podríamos ofrecerle a Dios que no le pertenezca?
Nuestra entrega voluntaria, nuestra devoción y nuestro amor son ofrendas que pueden agradar su corazón y enriquecer nuestra adoración.
Pintura: Carmen Aldunate
destacada artista chilena contemporánea
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