miércoles, 3 de abril de 2013

Reposo y esperanza




En Dios solamente
reposa mi alma,
porque de Él
viene mi Esperanza
Salmo 62: 5


El salmista usa la palabra "solamente" para enfatizar y subrayar su confianza en Dios. Aun en nuestros días, la gran riqueza espiritual de todos los cristianos es que nuestra esperanza, efectivamente, viene de Dios y eso la envuelve con atributos especiales: es una Esperanza real, verdadera, santa y perfecta.

Me parece que hoy estamos en mejores condiciones, que en tiempos del salmista, para mantenernos firmes en nuestra Esperanza. Por una parte tenemos la promesa de Cristo "yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo", y por otra sabemos que Cristo venció la muerte y resucitó, transformándose así en la garantía de nuestra redención y de la Esperanza 
de la vida eterna.

En nuestro entorno cotidiano es habitual ver mucha desesperanza, desconfianza e inseguridad. ¿Cómo no hundirse en el desánimo? ¿Cómo sobrevivir o sobreponerse a las frustraciones?
Desde mi punto de vista, la clave está en dejar que nuestra alma repose solamente en el Señor. Este es un reposo activo que nada tiene que ver con negar nuestras emociones. 
Reposamos en el Señor cuando en medio de nuestros conflictos, dejamos nuestras ansiedades a sus pies y "damos espacio" para su intervención divina; sabiendo que Él "es poderoso para hacer las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos" (Efesios)

¡En Tí, Señor, reposa mi alma¡
¡renueva hoy mi Esperanza!
Imagen: Janet Poole 


1 comentario:

Roberto Rodríguez dijo...

este Salmo es maravilloso.... y es todo un desafío para imitar al escritor. BENDICIONES !!!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...