sábado, 6 de abril de 2013

Perdona y sana



El es quien perdona todas tus iniquidades,
el que sana todas tus dolencias
Salmo 103: 4

Este salmo 103, es un hermoso himno al amor, la compasión  y la misericordia de Dios hacia sus hijos. Aquí encontramos también la grandeza del amor perdonador de Dios. Hermosas metáforas que vienen de un alma que ha experimentado el perdón de Dios.

Es nuestra conciencia moral la que permanentemente nos lleva a reconocer nuestras faltas y nos llama al arrepentimiento. Un claro ejemplo de esto es la figura del Hijo Pródigo. Para este joven todo estaba bien: salir de su casa y, derrochar todos sus recursos (de todo tipo), siguiendo siempre sus impulsos y sus deseos personales. Es sólo cuando se ve enfrentado a la soledad y la miseria que aparece la luz en su conciencia, que lo hace "volver en si", tomar contacto con la realidad y elaborar un profundo arrepentimiento, para luego pedir perdón.

El amor de Dios perdona, sana y rescata. En la antigüedad bíblica,  existía la creencia de que el pecado tenía como consecuencia la enfermedad; consecuencias que podían extenderse de generación en generación.  De cualquier modo, tener conciencia de haber transgredido la ley de Dios puede traer una congoja tan intensa que el dolor del alma se expresa en el cuerpo. El Salmo 32 dice "mientras calle, se envejecieron mis huesos".
Declarar nuestras faltas, reconocer abiertamente que hemos pecado, trae alivio, restablece nuestra relación con Dios y Él nos muestra su perdón, trayendo la salud que necesitamos, llevándonos junto a su corazón de Padre.

En nuestra sociedad contemporánea cada vez son más difusos los límites entre en bien y el mal y honestamente, creo que todos los cristianos estamos expuestos a caer en la ambigüedad de estos estándares, dejando atrás la Ley moral de Dios. 

Dios perdona todas nuestras iniquidades,  y sana todas nuestras dolencias. Pero a nosotros nos corresponde mantenernos fieles a su Palabra, pidiendo como Jesús nos enseñó: "Perdónanos así como nosotros perdonamos... No nos dejes caer en tentación... líbranos de todo mal"

¡Oh Señor, fortalece hoy nuestra conciencia moral!

Imagen tomada de la web
desconozco su autor

2 comentarios:

Francisco Méndez S. dijo...

Muy buena reflexión, sobre la conciencia moral.el arrepentimiento y el perdón.

Especialmente en esta época de relativismo moral, donde para muchos no existe el bien y el mal, ni la verdad o mentira.

Un abrazo

Clarissa Rodriguez dijo...

Gracias Francisco, por tu visita y por tu cercanía.

Es una pena, pero es nuestra realidad; y justamente por esa razón hablar de conciencia moral es como una voz en el desierto.

Gracias querido amigo.
Un abrazo

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