Amor y disciplina

Conozco, Jehová,

que tus juicios son justos

y que conforme a tu fidelidad

me afligiste.

Salmo 119: 75

Conforme a tu fidelidad me afligiste. Es difícil comprender cómo alguien puede considerar de justicia, ser afligido. Del mismo modo como es difícil que un hijo se alegre porque recibe un castigo de su padre, pensando: "necesitaba ser disciplinado".

Todo lo que viene de la mano de Dios es para nuestro beneficio. Los momentos de prueba y dificultad en ocasiones nos parecen dolorosos y hasta injustos; pero luego nos damos cuenta que fueron un aprendizaje necesario y que forman parte de nuestro crecimiento espiritual. En el libro de Hebreos leemos: "Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella 

han sido ejercitados"

Se sabe que el amor humano cuando es permisivo y deja hacer sin control,  es tan dañino como el amor controlador que todo prohíbe y censura. El amor de Dios es santo y perfecto. La voz de Dios tiene muchos matices pero siempre es su santo Amor el que nos guía cuando estamos desorientados, nos consuela en el dolor y nos corrige llamándonos cuando equivocamos el camino.

Pintura: John William Waterhouse

1849 - 1917 

"Dios nos susurra en nuestros placeres,

nos habla en nuestra conciencia,

pero nos grita en nuestros dolores"

C. S. Lewis