Que se regocijen en el Señor
los justos;
que busquen refugio en Él;
¡Que lo alaben todos los de
recto corazón!
Salmo 64: 10
Leyendo con detención este verso me he preguntado si es posible que la misma persona pueda, en un mismo momento, buscar refugio, con regocijo y alabar al Señor.
Sin duda es un motivo de gran regocijo saber que nuestro refugio es el Señor. Es también un gran motivo para alabar su dulce nombre. Pero cuando se busca refugio no es precisamente porque nos sintamos contentos; por el contrario, buscamos refugio y protección en medio de la angustia, cuando nos sentimos desalentados y abatidos, amenazados y en peligro.
Creo que el salmista nos invita a vivir confiandos, sabiendo que tenemos a nuestro lado a nuestro Salvador. Él nos hace justos y por su gran Amor tenemos acceso al trono de la gracia donde encontramos el "oportuno socorro" y ese es un gran motivo para vivir renovando cada día el gozo de ser Hijos de Dios. El libro de Hebreos lo dice de la siguiente manera:
"acerquémonos con confianza al trono de la gracia
para que recibamos misericordia, y hallemos
gracia para la ayuda oportuna"
Hebreos 4: 16
Dios se merece nuestra alabanza en todo tiempo; pero las notas de esa melodía surgen en forma espontánea, cuando el corazón está libre de temores, libre de ataduras pecaminosas y libre de dudas. No es casual que algunas de las piezas musicales más hermosas, reconocidas por todo el mundo, surgieron en momentos de grandes dificultades, pero dictadas por la Esperanza
y una profunda devoción.
Se cuenta que Händel estaba enfermo cuando escribió el oratorio "El Mesías". Una de las obras más sublimes y complejas de la música sacra. Lo escribió en 23 días, a veces sin dormir ni comer. Y cuentan que cuando terminó el coro de "Aleluya", dijo a su asistente: "Creo que he visto el cielo delante de mí y también a Dios". Georg Friedrich Händel quedó ciego siete años antes de morir. En 1759, durante una representacón de "El Mesías" cayó desmayado y nunca se recuperó.
¡Oh Señor, danos un corazón recto
para alabarte con regocijo
en todo momento!
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