La tierra se estremeció,
los cielos se vaciaron,
delante de Dios, el Dios de Sinaí,
delante de Dios, el Dios de Israel.
Salmo 68:8
Los cielos y la tierra son los grandes testigos del poder y la sabiduría de Dios. La creación guarda secretos de la excelencia de Dios y su maravillosa mano creadora. Han pasado miles y miles de años desde el inicio situado en Génesis, pero aun los cielos y la tierra no terminan de sorprendernos; la creación completa parece reconocer los pasos de su Hacedor y le rinde permanente homenaje reverente.
El gran santuario de Dios no tiene límites ni fronteras.
Del Salmo 19 cantamos:
Los cielos cuentan la gloria de Dios
y el firmamento anuncia la obra de sus manos
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