En la Ley de Dios está su delicia,
y en su Ley medita
de día y de noche
Salmo 1:2
En este Salmo 1 hay un notable retrato de quien vive bajo la Ley de Dios. Su vida está llena de la Palabra de Dios; es como "un árbol plantado junto a corrientes de agua..."
Para el salmista la Palabra de Dios no solamente se lee con devoción, con interés, y con amor; tratando de encontrar en ella lo que Dios nos está diciendo en forma particular. También se lee con gozo, disfrutando su contenido, como se disfruta cada bocado de un manjar delicioso.
Hoy que nos acercamos al altar de la adoración a Dios, seguiremos el ejemplo del salmista, y al enfrentarnos con las Sagradas Escrituras, seremos más conscientes de que allí encontramos salud, integridad, vitalidad, santidad, sabiduría y esperanza. Es el pan de vida, el bocado delicioso que día y noche nutre nuestra conciencia moral y nuestro espíritu con las verdades eternas.
Pintura: Albert Aublet
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