Alaben el nombre del Señor,
porque sólo su nombre es excelso;
su esplendor está por encima de la
tierra y de los cielos
Salmo 148: 13
NVI
¿Por qué alabamos a Dios?
Hay muchas respuestas para esta pregunta.
A las razones éticas, religiosas o teológicas que se han escrito, podemos sumar las razones que cada persona que alaba a Dios pueda tener (sea o no cristiano).
Para mi hay una razón poderosa y honesta: Alabamos a Dios porque lo amamos. Él nos ha mostrado y revelado su Amor maravilloso, de muchas maneras y a cada paso nos encontramos con "gestos" amorosos que provienen de su generoso corazón de Padre-Dios.
En nuestra experiencia humana, cuando nos enamoramos de alguien, encontramos en el objeto de nuestro amor cualidades, rasgos y motivos únicos y "amables" que nos hacen abundar en elogiosos comentarios, con quien quiera escucharnos.
En el plano espiritual sucede algo similar. Todo lo que Dios ha hecho y hace, por cada uno de nosotros, va generando Amor y surge la necesidad de expresar con palabras, cantos de alabanza y devoción nuestra adoración y gratitud .
No hay duda que Dios es el Señor de la vida, su nombre es excelso y su esplendor está por encima de la tierra y de los cielos. Estas son razones que refuerzan, justifican y hacen más necesario aún, que alabemos su santo nombre.
NVI
¿Por qué alabamos a Dios?
Hay muchas respuestas para esta pregunta.
A las razones éticas, religiosas o teológicas que se han escrito, podemos sumar las razones que cada persona que alaba a Dios pueda tener (sea o no cristiano).
Para mi hay una razón poderosa y honesta: Alabamos a Dios porque lo amamos. Él nos ha mostrado y revelado su Amor maravilloso, de muchas maneras y a cada paso nos encontramos con "gestos" amorosos que provienen de su generoso corazón de Padre-Dios.
En nuestra experiencia humana, cuando nos enamoramos de alguien, encontramos en el objeto de nuestro amor cualidades, rasgos y motivos únicos y "amables" que nos hacen abundar en elogiosos comentarios, con quien quiera escucharnos.
En el plano espiritual sucede algo similar. Todo lo que Dios ha hecho y hace, por cada uno de nosotros, va generando Amor y surge la necesidad de expresar con palabras, cantos de alabanza y devoción nuestra adoración y gratitud .
No hay duda que Dios es el Señor de la vida, su nombre es excelso y su esplendor está por encima de la tierra y de los cielos. Estas son razones que refuerzan, justifican y hacen más necesario aún, que alabemos su santo nombre.
¡Te alabamos, Señor
con toda la fuerza de nuestro amor!
con toda la fuerza de nuestro amor!
Pintura: Mónica Paz Muñoz
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