Prueben y vean que el Señor
es bueno;
dichosos los que en Él se
refugian.
Salmo 34: 8
NVI
NVI
El salmo 34 es un canto de gratitud a Dios escrito con alegría y entusiasmo. Es tan potente la experiencia del salmista, hay tanta alegría, alivio y confianza que invita abiertamente a confiar en Dios; por eso dice Prueben y vean por ustedes mismos
que el Señor es bueno.
La invitación es para nosotros hoy. Necesitamos dar lugar o espacio para que Dios "sea" Dios. Lo que quiero decir con esto es que, en cierta forma, el salmista nos desafía a dejar que Dios actúe a nuestro favor. Cuando nos enfrentamos a pequeñas o grandes dificultades en nuestra vida cotidiana, cuando nos sentimos sobrepasados por conflictos interpersonales, o hay fricciones en nuestra vida familiar, o cualquiera sea la naturaleza de nuestras aflicciones, podemos confiar plenamente en el Señor y dejar que nuestro ojos espirituales vean la asombrosa y sobrenatural intervención
de Dios en nuestras vidas.
Para muchas personas (también para mi), es difícil ceder el control, dejar de preocuparse y sólo esperar en Dios, evitando caer en un "activismo". Confiar en Dios plenamente es una experiencia de fe muy personal. Lo maravilloso es que la misericordia, la bondad y el Amor inagotable de Dios Todopoderoso siguen estando disponibles para quienes deseen ver que el Señor es bueno, y muchas veces nos sorprende porque continúa, aun en nuestro tiempo, actuando en forma sobrenatural. Para Él no hay limites. Eso es lo que nos hace dichosos de confiar en nuestro Dios y Padre.
¡Oh Señor, Tu eres nuestro poderoso Dios!
que el Señor es bueno.
La invitación es para nosotros hoy. Necesitamos dar lugar o espacio para que Dios "sea" Dios. Lo que quiero decir con esto es que, en cierta forma, el salmista nos desafía a dejar que Dios actúe a nuestro favor. Cuando nos enfrentamos a pequeñas o grandes dificultades en nuestra vida cotidiana, cuando nos sentimos sobrepasados por conflictos interpersonales, o hay fricciones en nuestra vida familiar, o cualquiera sea la naturaleza de nuestras aflicciones, podemos confiar plenamente en el Señor y dejar que nuestro ojos espirituales vean la asombrosa y sobrenatural intervención
de Dios en nuestras vidas.
Para muchas personas (también para mi), es difícil ceder el control, dejar de preocuparse y sólo esperar en Dios, evitando caer en un "activismo". Confiar en Dios plenamente es una experiencia de fe muy personal. Lo maravilloso es que la misericordia, la bondad y el Amor inagotable de Dios Todopoderoso siguen estando disponibles para quienes deseen ver que el Señor es bueno, y muchas veces nos sorprende porque continúa, aun en nuestro tiempo, actuando en forma sobrenatural. Para Él no hay limites. Eso es lo que nos hace dichosos de confiar en nuestro Dios y Padre.
¡Oh Señor, Tu eres nuestro poderoso Dios!
Pintura: George Clausen
No hay comentarios:
Publicar un comentario