Los que aman tu enseñanza
gozan de mucha paz,
y nada los hace caer.
Salmo 119: 165
La paz de Dios es un sentido de calma y serenidad, en medio de las tormentas de la vida. Y cuando estamos en calma, la paz es una dulce paloma que vuela trayendo semillas de bondad.
Lo que el salmista nos propone es preparar ese terreno fértil donde podamos cultivar las semillas de la Palabra, la enseñanza divina, para que florezca la Paz verdadera.
El profeta Isaías dice: "Tú guardarás en completa Paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en Ti ha confiado".
Definitivamente la Paz de Dios es mucho más que una actitud, un deseo o un auto-convencimiento. La verdadera Paz es un don de Dios. Así que la Paz de Dios está disponible para todo aquel que ama su enseñanza. Es un regalo de Dios. Cuando recibimos un regalo nos llenamos de expectación, pero no podemos disfrutarlo sin abrirlo y examinarlo. La Paz de Dios sólo hay que aceptarla para que nuestra vida se llene de expectación y alegría; el Apóstol San Pablo, en su carta a los Filipenses, dice que "la Paz de Dios sobrepasa todo entendimiento".
Somos guardados en la Paz de Dios cuando aceptamos que Él se ocupe de nuestras almas y nada nos hará caer. Somos guardados en su Paz cuando le entregamos nuestras súplicas y plegarias en oración y Dios mismo nos ofrece esa "Paz que sobrepasa todo entendimiento", mientras Él se ocupa de nuestros miedos, inseguridades, problemas, ansiedades, dolores y todo lo demás.
¡Oh Señor, multiplica Tu Paz en nuestras vidas!
Pintura: Edward Thompson Davis
3 comentarios:
Llevas razón, la paz de Dios es más que una actitud. Porque no depende de nosotros, sino que es un don de Dios. Y se alcanza cuando se paladea la certeza de que somos hijos de Dios y que por ello, nada ni nadie podrá perturbar nuestra paz.
Gracias, Clarissa. Un abrazo.
Gracias Clarissa; así es la paz de Dios, un don maravilloso...
Un beso fuerte, querida amiga.
La Paz de Dios sólo hay que pedirla. Él es muy generoso y la da a todos sus hijos.
Quartier Latin, muchas gracias por tu visita para compartir la Paz del Señor.
Rosita, querida amiga. La Paz del Señor se multiplica, porque efectivamente, es un don de Dios.
Queridas amigas, que puedan disfrutar la Paz de Dios aun tiempos de crisis, sabiendo que Él tiene el control sobre todas las cosas.
Besos y abrazos
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