jueves, 9 de mayo de 2013

Un canto en tiempo de lamentos




Junto a los ríos
de Babilonia,
allí nos sentábamos y llorábamos
acordándonos de  Sión.
Sobre los sauces, en medio de ella,
colgamos nuestras arpas.
Y los que nos habían llevado
cautivos nos pedían cánticos,
los que nos habían desolado
nos pedían alegría, diciendo:
"Cantadnos algunos
de los cánticos de Sión"
¿Cómo cantaremos un cántico
de Jehová en tierra de extraños?
Salmo 137: 1 - 4



Este Salmo 137 debe ser uno de los más tristes y sombríos. Corresponde a un momento histórico  muy triste y desolador para el pueblo de Israel; como nunca en su historia: Su cautiverio en Babilonia. Tal vez, podríamos comprender mejor esta escena, si pensamos en lo que en realidad estaba sucediendo: una ciudad devastada, en ruinas, el templo incendiado,  esposas violadas, niños asesinados, en fin: sufrimiento, desolación, esclavitud.
En esas circunstancias y tal como lo relatan estos versos, se les pide "Cantadnos algunos de los cánticos de Sión" - Cántennos, toquen algo de su música para nosotros.

No tengo duda alguna que hubo mucho de burla en este pedido. Burla,  curiosidad y quizás esperanza. Es posible que quisieran saber algo de ese Dios, único, que  había realizado tantos prodigios y hechos sobrenaturales, como abrir el mar, enviar fuego del cielo, ganar batallas imposibles, y tantas historias que eran ya de conocimiento colectivo.
Al igual que en ese momento tan crucial, hay situaciones en nuestra vida cotidiana donde somos puestos a prueba; algo se espera de nosotros y de  nuestro Dios. 
Me he preguntado muchas veces, ¿es nuestra fe tan potente que pueda hacernos resistir los momentos más oscuros? ¿podríamos cantar a pesar de haberlo perdido todo?

Si nuestra alegría, nuestro gozo, confianza y fe en Dios están presentes sólo en los buenos momentos, es tiempo de detenerse y reflexionar. 
¿Cómo cantaremos un cántico de Jehová en tierra de extraños?  ¿Cómo cantaremos al Señor cuando estamos sufriendo, nuestro ánimo decae, o nuestros brazos están caídos?
La  música, los cánticos y los salmos tiene un lugar preponderante para el cristiano. No solamente porque aquietan el espíritu, sino también porque es la manera universal de adorar a nuestro Dios.
Cantar en tiempos de desolación y lamentos, levantando así nuestra esperanza en Dios, quizás sea el mayor milagro que podríamos mostrar a quienes nos observan.

Pintura: Erin Cone
sitio

Nota: 
Este Salmo 137 inspiró "Va, pensiero" que es el coro del tercer acto de la opera Nabucco
de Giuseppe Verdi. Canta la historia del exilio del pueblo hebreo en Babilonia tras la 
pérdida del primer Templo de Jesusalem (Sión).
Más tarde se convirtió en un himno de los patriotas italianos quienes se identificaron 
con el pueblo hebreo, buscando la unidad nacaional y la soberanía.

"Va, pensiero" en versión del Coro del Metropolitan Ópera House de Nueva York

2 comentarios:

Enrique Soto dijo...

Comparto lo que dices, en tiempos difíciles al cristiano se le nota que no pierde la esperanza, incluso en medio de los mayores problemas conserva un fondo de alegría.
Emocionante la interpretación del Coro del Metropolitan Ópera House de Nueva York.
Gracias por tus salmos. Aunque no comente, cada día son como un soplo del Espíritu.

Clarissa Rodriguez dijo...

Enrique, querido amigo, gracias por tu compañía que siento tan cercana y por compartir la Fe y la Esperanza y el amor por los salmos.

Un gran abrazo

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