¡Cuán preciosa, Dios,
es tu misericordia!
¡Por eso los hijos de los hombres
se amparan bajo la sombra
de tus alas!
Salmo 36: 7
¡Cuán preciosa, Dios, es tu misericordia! Hay ocasiones en que aun sin entender completamente el alcance real de la misericordia de Dios, necesitamos sentirla. Saber que en su inmenso Amor, Él nos muestra compasión y bondad; sin reproches, sin límites y sin condiciones; sólo nos acoge en su océano de misericordia.
Es verdad que fallamos una y otra vez, nos llenamos de culpas, temor y un sentimiento de fracaso nos inunda porque nuestras buenas intenciones no son suficientes para perseverar fielmente. Amparados bajo la sombra de sus alas podemos sentir alivio, recuperar nuestra seguridad en nuestro Padre Dios,
disfrutando su perdón.
Es su misericordia la que nos ayuda, nos restaura y nos llena de esperanza.
¡Cuán preciosa, Dios, es tu misericordia!
Es verdad que fallamos una y otra vez, nos llenamos de culpas, temor y un sentimiento de fracaso nos inunda porque nuestras buenas intenciones no son suficientes para perseverar fielmente. Amparados bajo la sombra de sus alas podemos sentir alivio, recuperar nuestra seguridad en nuestro Padre Dios,
disfrutando su perdón.
Es su misericordia la que nos ayuda, nos restaura y nos llena de esperanza.
¡Cuán preciosa, Dios, es tu misericordia!
Pintura: Eva C. Crawford
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