Cantad a Jehová
un cántico nuevo;
su alabanza sea
en la congregación
de los santos.
Salmo 149: 1
¿Cómo hemos de cantar este "cántico nuevo", si envejecemos día tras día, aun sin desearlo?
¿Qué podría ser nuevo dentro de nuestro lenguaje tan finito? Nuestras palabras están tan gastadas y "abusadas" que se ha hecho necesario "certificar" que alguien dice la verdad; por eso los compromisos de formalizan ante un "Notario púbico".
Cantar es una sonrisa del alma, es un corazón que florece de alegría; pero generalmente el canto está ausente en nuestra vida porque no hay sonrisas, y el corazón se ha vuelto tierra árida.
El libro de Lamentaciones nos dice que las misericordia del Señor, "nuevas son cada mañana" porque "grande es su fidelidad"; el Apóstol San Pablo escribe a los Corintios diciendo: "Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior
se renueva de día en día"
Si nuestro ser interior se renueva día a día es por la misericordia del Señor, que nos rodea con su protección y nos bendice mostrándonos el misterio de su santo Amor; de esta manera nuestra alabanza se renueva.
Cantar un canto nuevo finalmente, no es inventar palabras nuevas o traer oraciones nuevas, usando palabras llenas de adornos. La alabanza verdaderamente nueva es el canto renovado que el mismo Espíritu de Dios pone en el corazón y que tiene un eco en la eternidad santificada de Dios, nuestro Padre.
Pintura: Mary Jane Q Cross
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