Agua que vivifica

El árbol, aunque lo corten,

aún tiene la esperanza

de volver a retoñar,

de que no falten sus renuevos.

Aunque en la tierra

envejezca su raíz

y muera su tronco en el polvo,

al percibir el agua reverdecerá

y hará copa

como una planta nueva.

Libro de Job 14: 7, 8, 9

Aunque estos versos no pertenecen al Libro de los Salmos, tienen una belleza que unida a la gloriosa esperanza que subyace en la figura tan poética que propone, nos recuerdan el Salmo número uno. El Salmo 1 nos habla de un hombre cuyo corazón es "bienaventurado, y  en la Ley de Jehová está su delicia... es como árbol plantado junto a corrientes agua".

En ciertos momentos de nuestra vida nos hemos sentido (¿nos sentimos?) como un árbol cortado, como un árbol derribado junto al camino; alguien nos ha herido y pensamos que la herida es de muerte y toda esperanza yace en tierra. En otras ocasiones, quizás sólo nos sentimos derrotados, fracasados o cansados y sucede como en el dicho popular: "todos hacen leña del árbol caído".

Pero aquí encontramos una esperanza maravillosa. El árbol fue cortado, su raíz ha envejecido en la tierra y su tronco ha muerto en el polvo, pero a pesar de todo este cuadro desolador, existe una posibilidad, una esperanza que no viene de los demás; nada tiene que ver con los amigos o la familia, ni siquiera con los recursos propios del ser interior o del alma.  Ya sabemos que sólo el agua de Vida, el agua que brota de la Roca Eterna que es Dios mismo hará  el milagro. Por eso el árbol caído, al percibir el agua reverdecerá y hará copa como una planta nueva.

Señor, hazme surgir de nuevo, dame de tu Vida y haz de este árbol caído, un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo y su hoja no cae, y todo lo que hace prosperará.

Pintura: Astrid Preston

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“At least there is hope for a tree;

if it is cut down, it will sprout again, 

and its new shoots will not fail.

Its roots may grow old in the ground

and its stump die in the soil, 

yet at the scent of water it will bud 

and put forth shoots like a plant.” 

- Job 14: 7, 8, 9

Although these verses do not belong to the Book of Psalms, it have a beauty which together with the glorious hope that underlies and the poetic figure that proposes reminds us of Psalm number one. Psalm 1 tells of a man whose heart is "blessed, and the Law of the Lord is his delight ... is like a tree planted by streams of water" 

At certain times in our lives we have felt (or we are feeling?), as a cut tree, like a fallen tree beside the road, someone has hurt us and thought the wound is deadly and all hope lies on the ground. At other times, maybe we only felt defeated, tired and failed and it happens as the popular saying: "everyone does beating a dead horse."

But here we find a wonderful hope. The tree was cut, it roots has aged in the ground and its stump is dead in the soil, but despite all this bleak picture, there is a possibility, a hope that does not come of others, has nothing to do with friends or family, even with the resources of the inner self or soul. We know that only the water of Life, the water that flows from the Rock of Ages, which is God himself, will do the miracle. So the fallen tree, when it perceives the scent of water it will bud and bring forth boughs like a new plant. 

Lord, make me come back, give me your life and make this fallen tree, a tree planted by streams of water that yields its fruit in season and whose leaf does not wither and whatever he does shall prosper.

Traducción al Inglés de

Gladys Lavanderos.

Muchas gracias mi querida Gladys