La diestra del Señor es sublime;
La diestra del Señor
hace valentías.
Salmo 118: 16
¿Quién podría poner en duda estas afirmaciones?
Son expresiones de mucho fervor y adoración por la liberación recibida; porque es en la dura prueba donde queda de manifiesto el poder del Señor. Logramos vislumbrar algo del poder de Dios cuando tenemos conciencia de las tremendas dificultades de las que nos ha librado o cuando hemos recibido su ayuda divina para resolver situaciones que a nuestros ojos eran imposibles. Su mano poderosa obrando a nuestro favor nos habla de su Amor sublime.
El salmista junto con reconocer la salvación recibida, se dispone a exaltar la bondad del Señor, que con su mano poderosa le ha traido la victoria.
Nuestra tendencia natural es pensar que nadie como nosotros mismos, ha vivido las más grandes dificultales y nos quedamos en ese sentimiento, a veces de conmiseración, a veces de autocompasión y no reconocemos la sublime misericordia de Dios que nos sostiene y el poder de su mano que hace valentías.
¡Oh Señor, Tú eres nuestro Dios Todopoderoso
sublime, santo y eterno!
Ilustración de Marina Marcolin
2 comentarios:
Así es, Clarissa, el Señor siempre nos sostiene, me maravilla.
Te dejo un beso grande, grande y ¡feliz casi primavera!
Me alegra mucho leerte.
Nuestro Dios es maravilloso y cada día nos sorprende con sus bendiciones y sus enseñanzas.
Quiero sentir la Primavera!
falta poco y el frío no quiere retirarse; pero que alegría los días más luminosos.
Ustedes, Rosita, pronto recibirán la estación dorada y esos colores asombrosos.
Gracias querida amiga, por tu cariñosa visita.
Un gran gran abrazo
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