Esta es la oración al Dios de mi vida:
que de día el Señor mande
su Amor,
y de noche su canto me acompañe.
Salmo 42: 8
De día mandará su Amor y de noche su canto me acompaña. La presencia del Señor en nuestra vida es un regalo de Amor; es su gracia divina que se derrama en forma abundante. Su abrazo sostenido, que nadie puede impedir, porque está reservado para sus hijos amados.
Un corazón confiado, que ha puesto su esperanza en el Señor, ha aquietado todas las voces de la angustia y el temor y en ese silencio resuena la voz apacible, tierna y compasiva del Amor de Dios-Padre.
Cuando era niña y esuchaba que Dios está en todas partes y que siempre está presente, no lo podía entender. Ahora se que con una oración, una llamada de auxilio, una súplica sincera, Dios nos regala su paz y podemos cruzar el umbral de la inquietud para "entrar" en su descanso; aquel que Él nos ofrece. El salmo 127 dice:
"Es inútil que te esfuerces tanto,
desde la mañana temprano hasta tarde en la noche,
y te preocupes por conseguir alimento;
porque Dios da descanso a sus amados"
Creo que Dios sigue esperando, cada día, que nuestra prioridad sea buscar su compañía continuamente y con la mayor prioridad.
Gracias Señor porque
de día tu Amor nos sustenta
y de noche tu dulce voz es nuestro descanso
Gracias Señor porque
de día tu Amor nos sustenta
y de noche tu dulce voz es nuestro descanso
Pintura: Tatiana Deriy
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