Por tanto, a Tí, oh Dios, Señor,
miran mis ojos.
En Tí he confiado:
no desampares mi alma
Salmo 141: 8
El salmo 141 es un lamento y un potente grito de auxilio. La frase no desampares mi alma nos hace pensar que hay un peligro de muerte. Lo más conmovedor es que, el salmista no busca ser liberado, su mayor preocupación es no sentirse desamparado,
solo o abandonado.
solo o abandonado.
Desde mi punto de vista, la gracia que sustenta, que viene de Dios, es el mayor regalo de Dios que un ser humano pueda tener; es más fuerte que cualquier liberación que Él pueda traer a nuestra vida. Nuestro Padre Dios ve toda la magnitud de nuestros sufrimientos, conoce cada detalle y el dolor intenso que nos ocasiona. No existe situación alguna donde Él no pueda intervenir o resolver, y en todo momento su gracia maravillosa nos sostiene. En el libro de Hebreos, leemos:
"Él dijo: No te desampararé, ni te dejaré, de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador, no temeré lo que pueda hacer el hombre"
Finalmente es el Espíritu de Dios quien nos consuela y trae descanso y certeza para el alma. Ese consuelo no tiene límite, sólo requiere un corazón sencillo, lleno de confianza y fe.
Por tanto, a Tí, oh Dios, Señor,
miran mis ojos.
En Tí he confiado
¡Me entrego a tu santa protección!
Pintura: Casey Baugh
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