Jehová, no apartes de mí
tu misericordia;
tu misericordia y tu verdad
me guarden siempre
Salmo 40: 11
Este salmo 40 es un hermoso canto de esperanza y plena confianza en Dios. Comienza diciendo Pacientemente esperé a Jehová... y oyó mi clamor.
En el ruego: tu misericordia y tu verdad me guarden siempre hay sencillez de corazón. Misericordia y verdad le bastan al salmista para sentirse seguro y protegido.
Es en la transparencia de la verdad donde se evidencia quien es quien. Por una parte lo humano y finito; por la otra lo divino y lo eterno. Luego, la gran misericordia de Dios es la que redime lo humano para acercarlo al corazón de Dios
Ya lo dice antes este mismo salmo: ¡Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza!
¡Oh Señor, que tu misericordia y tu verdad
me guarden siempre!
Nenúfares y puente japones
Claude Monet
No hay comentarios:
Publicar un comentario