¡Pueblos todos,
batid las manos!
¡Aclamad a Dios
con voz de júbilo!
Salmo 47: 1
EL único y verdadero Dios es digo de la más completa y total alabanza. La alabanza jubilosa, el gozo y la alegría con la que se alaba a Dios es contagiosa, alcanzará a todas las naciones.
Me llama la atención la expresión batid las manos: en un sentido literal puede referirse a que la alabanza compromete todo el cuerpo, y la sonoridad de las manos completa y reafirma las voces de alegría. Pero en un sentido más amplio, la alabanza a Dios es pronunciada por nuestros hechos; no son sólo palabras, es la alegría de alabar a Dios con nuestras acciones.
Nuestro mayor ejemplo es Jesús, que todo cuanto hizo en su paso por la tierra, fue alabanza total y completa a Dios, el Padre eterno.
¡Oh Señor, enséñame a alabarte con mis manos!
Granny
Sandra Bierman
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