Conozcamos al Señor,
vayamos tras su conocimiento.
Tan cierto como que sale el sol.
Él habrá de manifestarse;
vendrá a nosotros como la lluvia de invierno,
como la lluvia de primavera
que riega la tierra.
Libro de Oseas 6: 3
El Libro del profeta Oseas es realmente muy conmovedor, porque es un mensaje de esperanza que entrega a su pueblo y también a nosotros hoy. El Amor sublime de Dios es ejemplificado con la propia experiencia de vida del profeta y expresado con bellas palabras que nos permiten dimensión, en parte al menos, la misericordia de Dios.
Cada persona que ha experimentado la gracia salvadora de Dios, al mirar hacia atras sabe que realmente es Dios mismo quien nos busca y nos rodea con su santo Amor. El profeta Oseas dice que el Señor nos atrae "Con cuerdas humanas..., con cuerdas de Amor"
El texto que he escogido contiene una hermosa metáfora que nos hace pensar en el misterio del Amor de Dios, que se derrama generosamente, del mismo modo como la lluvia riega la tierra.
El Salmo 103 es una verdadera lluvia de bendiciones espirituales. Una lluvia derramada abundantemente, en forma de: perdón, salud, vida, compasión, vigor. El salmista dice:
Alaba, alma mía, al Señor,
y no olvides ninguno de sus beneficios.
Él perdona todos tus pecados
y sana todas tus dolencias;
Él rescata tu vida del sepulcro
y te cubre de amor y compasión;
Él colma de bienes tu vida
y te rejuvenece como a las águilas.
Salmo 103: 2-5
¡Gracias Señor, porque sin importar la estación del año,
Tú nos envías tu lluvia de Amor!
Foto: Victor Eredel
Mi gratitud para Roberto
por inspirar esta "lluvia bendita"
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