El Señor es compasivo y justo;
nuestro Dios es todo ternura.
El Señor protege a la gente sencilla;
estaba yo muy débil, y el me salvó.
Salmo 116: 5, 6
El Señor es compasivo y justo. Esta es una afirmación aparentemente contradictoria. Pero todos los cristianos sabemos que es así, por el misterio del Amor de Dios.
La justicia se suele representar como una dama con los ojos vendados, con una balanza en una mano y una espada en la otra. Esta es una aproximación a la idea de que todas las personas tienen el mismo derecho y desde ese punto de vista no hay espacio para la compasión o la ternura.
El Señor es compasivo y justo porque en su santidad y sabiduría, ejerce la justicia con misericordia. Cuando somos sometidos al juicio divino siempre tenemos la posibilidad de confiar nuestra vida a Jesucristo y a través de su sacrificio, muerte y resurrección, podemos acceder al perdón de Dios, a pesar de no merecerlo.
El perdón de Dios trae consigo, la ternura, la bendición y la protección de Dios. Creo que la mayor bendición de recibir la justicia de Dios es tener la posibilidad de comenzar de nuevo, porque Él redime nuestros errores, nuestro tiempo perdido, nos libera de nuestros sentimientos de culpa; redime toda nuestra vida, permitiéndonos entablar una relación de Amor, sincera y honesta con nuestro Padre-Dios.
Junto al salmista podemos decir:
¡El Señor es compasivo y justo;
nuestro Dios es todo ternura!
nuestro Dios es todo ternura.
El Señor protege a la gente sencilla;
estaba yo muy débil, y el me salvó.
Salmo 116: 5, 6
El Señor es compasivo y justo. Esta es una afirmación aparentemente contradictoria. Pero todos los cristianos sabemos que es así, por el misterio del Amor de Dios.
La justicia se suele representar como una dama con los ojos vendados, con una balanza en una mano y una espada en la otra. Esta es una aproximación a la idea de que todas las personas tienen el mismo derecho y desde ese punto de vista no hay espacio para la compasión o la ternura.
El Señor es compasivo y justo porque en su santidad y sabiduría, ejerce la justicia con misericordia. Cuando somos sometidos al juicio divino siempre tenemos la posibilidad de confiar nuestra vida a Jesucristo y a través de su sacrificio, muerte y resurrección, podemos acceder al perdón de Dios, a pesar de no merecerlo.
El perdón de Dios trae consigo, la ternura, la bendición y la protección de Dios. Creo que la mayor bendición de recibir la justicia de Dios es tener la posibilidad de comenzar de nuevo, porque Él redime nuestros errores, nuestro tiempo perdido, nos libera de nuestros sentimientos de culpa; redime toda nuestra vida, permitiéndonos entablar una relación de Amor, sincera y honesta con nuestro Padre-Dios.
Junto al salmista podemos decir:
¡El Señor es compasivo y justo;
nuestro Dios es todo ternura!
Pintura: Isabel Guerra
No hay comentarios:
Publicar un comentario